Gloria Bendita

Caímos aquí por casualidad y quedamos muy contentos con la cena. El local es muy bonito y el emplazamiento es maravilloso. Lo mejor el pulpo a la brasa con bien de patatas revolconas y el huevo trufado riquísimo, las croquetas de morcilla y plátano normales, esperábamos algo más. Y el timbal con poco sabor. La tarta de queso rica pero ración muy pequeña, nos acabaron poniendo dos. Justo dos cosas que pedimos no quedaban, pero bueno…

Comimos y nos encantó todo ,el servicio muy atento en todo momento, la comida un espectáculo pedimos huevos trufados con virutas de jamón espectacular también ensalada de flor de aguacate muy buena y solomillo con foi y cebolla caramelizada ,otro placer para el paladar y de postre tarta de queso con oreo y chocolate buenísima, nos gustó tanto que volvimos a cenar comimos abajo con las vistas a la muralla y por la noche cenamos arriba con más vistas maravillosas a la muralla volvería muchísimas veces me encantó todo espectacular aconsejable 100 por 100

Nosotros fuimos en familia para cenar, pedimos ensalada de ahumados, pulpo, raviolis de pera, solomillo de ternera y bacalao y para terminar una crema de queso con oreo, estaba todo muy muy bueno, acompañado de una magnifica atencion al cliente hicieron una noche muy agradable. Como punto negativo lo unico que encontre fue el tamaño de las raciones, desde mi punto de vista un tanto pequeñas, incluyendo el solomillo. Lo positivo es que todos los platos se fueron vacios. Pedimos tres raciones a compartir para cuatro personas y luego cuatro segundos mas cuatro postres, una media de mas de 40€ por persona bebiendo todos agua.

Bonito restaurante situado a las afueras de Ávila. La cocina tiene toques de fusión con la cocina asiática, lo cual realza los sabores de la carne y el pescado. Las gyozas son realmente sabrosas y los raviolis de calabacín son una muy buena opción para vegetarianos. Las carnes son todas espectaculares desde el chuleton a la parrilla hasta el codillo con salsa teriyaki. Muy tierno y sabroso. No llegue a probar los postres pero la buena pinta que tenían no deja lugar a dudas de que son realmente caseros.