Bar escondido en una calle poco transitada pero una vez que lo descubres, no quieres salir de el. Entre semana disponen de un menú muy generoso y a un precio súper económico 11-12€.
Disponen también de carta o incluso les puedes pedir algo fuera de carta con antelación y te lo prepararán.
Recomendables los arroces y las carnes que tienen, súper tiernas y jugosas.
Servicio inmejorable y las manos de Esther son espectaculares.
El local es pequeño y es recomendable reservar con antelación.
Buenos días!
Comimos mi chico y yo dos huevos rotos, había un flujo moderado de gente y la verdad fueron súper rápido, me gusto bastante, lo único que puedo decir en plan para mejorar, Esque la camarera olía mucho a cigarrillo y que las patatas de los huevos rotos eran súper pequeñas pero me gusto!
Gracias!!
Una grata sorpresa. Lo que parece un simple bar de barrio te sorprende con una cuidada variedad de tapas bien elaboradas, callos, caracoles, una ensaladilla rusa espectacular terminada al momento... Muy buenas carnes y pescados. Aunque de espacio reducido el trato es familiar y cercano. Para repetir seguro.
Perfecto para almorzar y comer. Comida casera, las mejores patatas fritas de Zaragoza. Paco gestiona el equipo humano a la perfección. Sus anchoas son un manjar.
Estuve hace unos días buen ambiente y comida buenísima chapot por el equipo de cocina
Elena Mar Ortiz Santos
+5
Un bar familiar, buen trato y comida casera excelente. A destacar la lasaña casera, cualquier tapa, la ensaladilla rusa, los callos o los caracoles. Además excelentes carnes y buenos pescados.
La comida nos gustó mucho a todos los que fuimos (y éramos un grupo grande).
El trato fue bueno y nos atendieron rápido.
Salimos todos muy contentos.
Es de agradecer que siga abriendo para los que tenemos que cenar tarde. Además todo estaba muy bien cocinado. Especialmente las alcachofas y los caracoles. Desde luego para volver.
Imposible comer mejor. Las apariencias engañan y cuando entras no te imaginas el festín que se te viene encima
Espectacular los almuerzos clásicos. Riquisimos.
Entramos a tomar un colacao y unas patatas fritas, como no tenían de bolsa nos dijo q si queríamos nos hacía un bol de patatas recién hechas en la satén, estaban buenísimas, se notaban que no eran congeladas, el servicio muy correcto, recomendable 100%
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