Manolo, q buenas tardes nos hemos dado en la cultura del vino y buen comer junto a Ernesto y Juan desde detrás de la barra, aportando con sus cálidos y siempre bien recibidos comentarios... Nunca cambieis
Bar de tapas, un clásico del vermuteo zaragozano, especialista en fritos. Desayunos y almuerzos hasta la hora del vermú, el bacalao rebozado lo bordan. También tienen raciones y bocadillos, muy bueno todo y a buen precio.
Es una auténtica joya oculta del tapeo de Zaragoza.
La tapa de calamar-jamón es exquisita, mi favorita.
El jamón con chorreras es espectacular, pero no se queda corta ninguna de las tapas que puedes encontrar a lo largo de la barra.
Las madejas muy buenas.
Gran atención, rapidez y calidad en un
Desde desayunos, café y cerveza a medio dia, hasta tapeo variado.Lugar de encuentro con amigos y con una pequeña terraza.
La última vez que estuve, hace poco, lo habían traspasado. No es igual que con los antiguos dueños pero está bien.
El bar mítico de toda la vida ha cambiado de dueños. El local tiene un lavado de cara que no le venía mal y las camareras muy simpáticas. Los preciosuy buenos y la calidad también muy buena. La única pega es que si quieres comer, tardan mucho en cocina. Tardaron 40 min y estábamos solos.
Tapas muy ricas, bar familiar y muy agradable el personal. Os muestro la ensaladilla rusa, gambitas rebozadas y croqueta de cabrales.
Un bar de toda la vida para, ahora lo llevan chinos dando muy buen servicio, tienen tapas variadas, está bien para ir con la familia a tomar y comer algo, al menos el fin de semana que es cuando fui yo.
Muy buenos fritos, los flamenquines espectaculares. Buen precio en general. A cambiado desde la otra reseña, ahora está gestionado por chinos, mantienen casi todos los fritos aunque los flamenquines ya no están, tienen otras como los champiñones también muy buenas el servicio es atento y amable.
Más de medio siglo abiertos bajo la misma familia. Con la rotación de bares que hay en el entorno, solo un trato cercano y con el carácter del barrio, dando un toque correcto y servicios ágiles y gran variedad de productos a la par de relación calidad precio muy adecuada permiten poder afirmar que u
No es lo que era, pero sigue estando bien
Lugar genuino y castizo, con unas tapas auténticas, de las de toda la vida. Un reducto de autenticidad con mucha variedad y precios excelentes. Personal muy amable y sin ninguna duda, local más que recomendable.
Excelente bar de tapas.Su ensaladilla y sus albóndigas de 10.Un icono de los fritos en Zaragoza.Sus tapas clásicas, la de calamar y la de pimiento relleno de bonito harán tus delicias.Tercera generación al frente de un negocio familiar en el barrio del Porvenir.
Esta bien y servicio rapido
El bar de toda la vida, donde te sientes como en casa. Excelente trato. Buenos productos e inmejorable relación calidad-precio. Muchos años visitándolo y a día de hoy, ya sin vinculación directa con esa zona urbana, repito cuando me es posible. Lo recomiendo, sin duda, a quien no lo conozca.
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