La Piccola Calabria

Lugar que aunque ha ido cambiando de nombre no deja de ser mítico en pleno corazón del ensanche de la ciudad. La calle Sevilla, una de las calles por excelencia de la “marcha” zaragozana, acoge a este local donde la buena comida hace que salgas con una sensación única. También hay que tener en cuenta la atención… Muy recomendable.

Voy a hacer autocrítica, y voy a explicar qué quiero decir con esto... Sabes cuándo todo el mundo vamos a los mismos sitios xk se ponen de moda, pero en el fondo te vas pensando que es un restaurante más, que no te aporta nada nuevo y que además sólo vas xk es chic y está de moda pero no has comido bien, . . Y me refiero que a veces, ir al centro te lleva sin querer a este tipo de restaurantes que llegas, te dan de comer, te soplan un dineral y te vas tan pancha a casa, diciendo que es lo que hay hoy dia.... PUES NO!!!! Este restaurante me ha demostrado que volvamos a la cocina casera, con cariño, que paguemos x calidad y valorar a un cocinero con ganas de hacerlo bien y que disfrutemos con buena comida italiana de verdad!!! No está en un sitio de moda, pero es que ni lo necesita!!!! Xk repetiremos y repetiremos!!!! Gracias x hacer que bajemos a la tierra y veamos qué hay fuera de los sitios que se ponen de moda y que no convencen como es este sitio!!!

Quizá su fachada no invita a entrar pero si buscas una tipIca fonda italiana y quieres trasladarte a un pueblecito del sur de la bella Calabria para después tomar el ferry con destino a Sicilia este es, sin lugar a dudas, el sitio adecuado. Solo lleva cuatro meses abierto pero les auguro un buen futuro. Muy acogedor y familiar nos trataron con mimo en un reservado para cuatro. El camarero con muchas ganas de agradar nos orientó y recomendó lo que al final fue una fiesta calabresa, todo ello entre parloteo italiano y español. Nos indicó que su padre, italiano tb, está al frente de los fogones. Calidad y solvencia en la cocina. Empezó con un aperitivo de la casa para deleitar la espera. Compartimos un Affetatti (surtido de embutidos calabreses) , carpaccio de patatas con trufa(espectacular) y una pizza napoli (de las mejores k he comido). Tiramisús y crepe de naranja de postres con bebida y cafes 66€. Hasta el café estaba bueno y además nos deleitaron con limonchelos. Volveremos seguro y después pasaremos enfrente a por la copa, que no es Sicilia, pero dan show n directo de cuntry.

Lo que son las cosas. Hace 30 años yo frecuentaba este local, entonces bar cervecería. Ahora es una pizzería no muy grande, tranquila, acogedora... La carta no es muy amplia pero sí lo suficiente para disfrutar de unos buenos platos de pasta, de carne o de una pizza. Los platos, deliciosos, con bastante cantidad. El trato muy amable y atento. Se agradece el detalle de una tapa mientras esperas y un limoncello al terminar. Algo tan sencillo ayuda a recordar la visita con agrado. El precio es muy razonable. En resumen, pizzería para comer bien y sentirse a gusto.