Torre Del Pino

Celebramos nuestra boda el pasado octubre en Torre del Pino y nos llevamos un maravilloso recuerdo para siempre. Desde el principio nos encantó su ambiente natural y acogedor, con encanto, y gracias a Marta y a todo su equipo nos sentimos en todo momento como en nuestra propia casa. No se me ocurre mejor lugar para una celebración.

Hemos celebrado allí nuestra boda, un día tan especial y volveríamos a repetirlo una y mil veces allí. La finca estaba espectacular gracias al gran trabajo de Marta y Cristina. Adornaron todo precioso y muy a nuestro gusto y siempre con una amabilidad excepcional. Respecto al catering todo el mundo nos felicitó, ya lo pudimos comprobar en la prueba de menú pero ratificamos. Estaba todo tan tan rico, que la gente repitió y los platos estaban casi limpios jaja muchísimas gracias por TODO. Recomendable 100%

Hicimos nuestra boda allí el día 26/08/23 y quedamos encantados. Marta y todo el personal de Torre del Pino nos prepararon todo súper bien y no tuvimos que preocuparnos de nada. Nos recomendaron proveedores que trabajan con ellos y estaba todo perfectamente coordinado entre ellos, nosotros simplemente a disfrutar. Cogimos las flores (Nacho Bergara) , DJ (sonido54), las cuidadoras infantiles, autobuses y catering de José Fernandez y fue todo estupendamente. No tuvimos sobrecostes porque nos aconsejaron todo muy bien. Algunas cosas extras las llevamos nosotros pero nos dejaron cosas de decoración para completarlos. La finca es preciosa, con miles de lugares donde hacer fotos que quedan súper naturales y bonitas. Esta muy cerca de Zaragoza y es muy fácil de llegar.

Desde el primer momento que entramos en este mágico lugar supimos que no había un rincón mejor para celebrar nuestra boda. Tiene una energía preciosa y alegre. Cada piedra parece que habla desde los siglos pasados, el patio interior parece sacado de Romeo y Julieta y sus jardines... Desde la piscina hasta los altos cipreses llenos de luces por la noche son impactantes. No hubo mejor lugar para el baile, para la ceremonia, para cenar... Da igual qué estilo de boda prefiera uno, este es el sitio perfecto sin duda. La variedad y encanto de sus espacios se combina con la practicidad y disponibilidad de las habitaciones y de sus propietarios. Marta, su cariñosa y altísimamente competente profesional no podría habernos cuidado más. Teníamos un bebé de 1 año que durmió toda la noche (¡sin despertar!) en la Torre, cuidado por una monitora que también era un encanto (¡gracias, Celine!). Recomendaríamos sin pensar este lugar a cualquiera que quiera una boda libre, inolvidable, llena de encanto y amor. ¡Mil gracias por todo! Iain e Irene