El Museo De La Cerveza

Brutal. Perfecta combinación de increíble trato, comida deliciosa y cerveza artesana local. Si podéis pasaros de verdad que lo vais a disfrutar y vais a querer repetir, jurao. Dejaros recomendar y si os gusta el queso, no dudéis en probar el cabrales y las croquetas. De los mejores ratos que nos llevamos de Zaragoza, sin lugar a dudas!

La ubicación es buena. La terraza está bien. Amplia y tranquila. El dueño es muy majo. Tienen una buena variedad de cerveza, pero tampoco es una carta brutal de grande. Uno se espera algo más considerando el nombre del sitio. En cuanto a los grifos, cuando fui yo, todo lo que tenían pinchado era comercial. Que si Leffe, que si Founders... Son buenas cervezas, pero comerciales. Como todos los bares cerveceros es caro. Imagino que llegará un día en el que se democratizará más el tema de la cerveza, habrá más sitios en los que tomarse una buena pinta y se moderarán los precios. Por el momento no es así. La comida está bien, pero es igualmente carete. No digo que no lo valga, pero has de saber que si te tomas una pinta y algo de comer vas a saltar los 10 € prácticamente con cualquier cosa que te pidas. Por lo demás la chica tiene que soltarse un poco. Su atención es correcta, pero no controla mucho el tema cervecero. Creo que es obligado que el servicio en estos sitios tenga cierto conocimiento sobre el producto. Buen sitio para echarse una cerveza en términos generales.

Lugar perfecto para los amantes se la cerveza. Amplia y variada carta de cervezas de distintos lugares, por lo que es fácil encontrar la que mejor se adapte a nuestros gustos y preferencias. Limpio y cuidado y muy bien atendido en todos los aspectos por el personal. La música está al volumen adecuado para poder mantener una relajada conversación mientras se degusta la cerveza. Perfecto para cualquier momento.