Cantina Borago

Súper bien. Servicio atento y comida riquísima. Además tienen muy en cuenta las intolerancias alimenticias. Cogimos dos tartar de tomate y burrata, una tortilla de bacalao, una pan de cristal con bacon y queso brie (buenísimo), un risotto , dos pan bao y dos de panceta y puré de patata. Todo buenísimo. De postre un coulant y una tarta de queso (en su punto). De beber, dos botellas de vino, dos copas de cerveza y dos botellas de agua. Salimos a unos 28 euros por persona. Muy bien de precio. Volveré!

Los platos son sabrosos y están elaborados con cierto esmero. Probablemente cualquiera encontrará en la carta algo de su gusto. La sala es muy ruidosa cuando está llena pues carece de tabiques o elementos que reduzcan la resonancia. Sólo disponen de una opción de cerveza sin alcohol. Sirven el agua mineral destapada y no ofrecen agua del grifo como obliga la ley vigente.

Fuimos a probar este restaurante por su menú del día(18€ entre semana y 24€ los fin de semanas el mismo menú). El local no es muy grande pero está bien decorado y el camarero que nos atendió fue muy amable. Probamos del menú: solomillo de carpaccio, canelones, risotto, salmón asado, albóndigas, tarta de san marcos, sopa de chocolate blanco y helado de straciatella De todos los platos que probamos, en general estaban bien pero no acababan de destacar especialmente ni por cantidad ni por sabor, los únicos un poco más destacables fueron el salmón y la sopa de chocolate blanco(postres con muy buen juego de sabores En líneas generales no está mal pero todos coincidimos en que nos esperábamos algo más

Un restaurante muy bien decorado, limpio y bien ubicado en Zaragoza,servicio muy amable y respetuoso del personal.Una carta no muy amplia pero original.Recomendado para una cena tranquila. He repetido... El camarero que nos atendió, muy bien, déjate aconsejar,. Láminas de bacalao(carpaccio)... Muy recomendable.

La comida es de calidad, la presentación muy cuidada y el servicio atento y rápido. Los postres son caseros. En cuanto a la cantidad, considero que es adecuada al precio. Es necesario reservar mesa. Tienen mesas redondas para grupos. Lugar tranquilo y amplio. Lo recomiendo. El único inconveniente es que no tienen leche sin lactosa (o cualquier otra alternativa) para los intolerantes a la misma como es mi caso

Lugar con dos ambientes, al entrar me parece más acogedor que el salón en sí. La comida estaba muy buena y la atención es de diez. Algo frío el salón, con esos techos altos entiendo que es normal que cueste un rato calentar el restaurante. La carta de vinos nada del otro mundo, muy comercial. Creo que relación calidad-precio está francamente bien para los precios de la zona. Mejorando los aspectos de confort del salón y con una carta de vinos algo más amplia y diferente podrían conseguir mi quinta estrella.