Disfrutamos de su menú de Semana Santa, el ambiente tranquilo quizás por no ser uno de los días “principales” y la decoración me pareció un poco impersonal y fría quizás por la gran superficie acristalada del salón. La comida bien elaborada, bien presentada, rica y con toques de originalidad, como la ensalada con codorniz escabechada y naranja. Estupendo servicio y postres muy ricos adaptados con ingredientes locales.
Excelente en el Restaurante la Vinícola.
Cogimos un menú (22 euros) y 2 platos y postre a la carta.
El rape al horno y el coulant de dulce de leche, espectaculares.
Hemos ido varias veces y siempre excelente. El personal amable, el lugar tranquilo, impecable y la comida deliciosa.
Platos con muchas elaboraciones muy integrados, emplatados atractivos y, en conjunto, el sabor muy bueno.
Totalmente recomendado.
Muy bueno todo!! Se puede elegir entre menu y carta (asociado con La Sal). Nosotros no teníamos mucha hambre asi que pedimos para picar todo estaba genial. Hay terraza al aire libre junto a una iglesia románica. Recomendable!!
Fuimos a comer 7 personas. Elegimos el menú semanal y........ volveremos sin duda.
Comida riquísima y muy bien preparada.
La chica que nos atendió, de diez.....super amable.
Recomendable 100%.
Juan Antonio de la Iglesia Miguel
+4
Un estupendo restaurante con un gran menú del día que cambia todos los días a precio más que ajustado. La atención del personal, de sobresaliente.
Marisa Silva Fotografia
+5
Entorno, calidad, atención y profesionalidad.
Lo tiene todo, maravilloso desde su gente hasta cada uno de sus platos.
Para no perdérselo.
Comida exquisita y servicio increíble. El menú de fin de semana, por el precio de 20 euros, es una oferta muy interesante. No os vais a arrepentir si queréis comer allí. Todos los platos estaban bien presentados y deliciosos. Eso sí, el salón es pequeño así que animo a reservar con anterioridad. Por cierto, protocolo COVID-19 perfecto. Mesas separadas y todo tremendamente limpio. Muy recomendable.
Comimos el menú del día que por un precio muy ajustado ofrece unos platos bien preparados con un trato impecable del personal y un escenario, al lado de una iglesia románica, muy tranquilo y acogedor.
Es un sitio muy agradable para disfrutar de una comida sin prisas y cercano a todos los lugares de interés del casco histórico de Zamora.
Me he alojado en varias ocasiones or trabajo en el hotel y siempre ceno aquí. Tanto el menú como la carta son extraordinarios. El personal súper amable, la calidad del producto increible y la cocina y presentación muy cuidada.
Para repetir sin duda.
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