Antonio Juan Delgado Domínguez
+4
Paramos a comer mientras visitábamos Vitoria.
La camarera en general bien, no explicó los pinchos fuera de carta pero al preguntarle nos indicó.
Pedimos carrilleras al vino tinto, el pintxo de chorizo (nos lo puso en un plato), oreja con alegria y litiruelas.
La carrillera estaba muy muy buena.
El pintxo de chorizó me esperaba más, que ojo, no estaba malo, pero tampoco era una eminencia como para destacar.
Las litiruelas me dio la sensación de que estaban fritas en un aceite usado bastante, porque el rebozado frito quitaba casi todo el sabor, si me dicen que son puntillitas también me lo creo.
El pintxo de oreja con alegria súper rico, ese toque picante con el pimiento me encantó.
Luces y sombras, pero aún así lo recomendaría.
Me había equivocado en el día de la reserva y nos prepararon la mesa....y éramos 11. Todo exquisito y a un precio buenísimo. Aunque todo está increíble destacaría el chorizo y la morcilla, los torreznos y los chipirones.....las albóndigas están ya a un nivel superior, tremendas. Buena trato, servicio rápido y amable. Repetiremos si se nos da la ocasión
Paramos allí para probar sus famosos pintxos de chorizo y morcilla. El de chorizo riquísimo. El de morcilla sin más, más bien sosa…La atención perfecta.
Buen trato al cliente. Ambiente genial en este edificio medieval del casco antiguo de Vitoria Gasteiz. Buena cocina, especialmente el bacalao a la vizcaína.
Me encanta la morcilla y los chorizos,ya repetimos,fantástica experiencia
Jesús Angel Martin González
+4
Todo muy rico. Desigualdad entre el tamaño de unas raciones y otras. Demasiado ruido.
Aún así, es buen sitio para ir con amigos.
Ración de jamón un poco insulsas para un precio alto. El chorizo a la sidra enamora con su sabor artesanal, y el vino de la casa hace sacar una sonrisa inesperada. La carne estaba estupendamente preparada y de una ternura que parecía mantequilla. Un servicio acogedor y muy servicial en un lugar muy familiar.
El postre a sido una guinda maravillosa para una cena sorprendente.(no soy fan de este tipo de postres pero este....)
Volveré
Todo muy rico. El personal muy amable. Estaban llenos y aún así nos han hecho un hueco. Volveremos.
El chorizo, la morcilla y los callos están espectaculares.
Un local tranquilo y acogedor, con una bonita decoración rústica. El servicio atento y rápido. El menú variado, con precios aceptables. Lo que comimos estaba bastante bueno. Algunas cosas del menú no estaban disponibles aunque comimos temprano.
De paso por Vitoria y de ruta de tapeo por la zona optamos por probar su famoso chorizo al infierno. Un aspecto a destacar es que puedes ver tu mismo como el camarero del local te lo prepara al momento desde la barra. Para mi gusto el sabor es algo fuerte, pero, como dicen, ¡para gustos los colores!
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