Nos encanto todo, el ambiente tranquilo y relajado del comedor, el trato del personal super atento. Y el menu de Otoño buenísimo .Para repetir y recomendar sin duda alguna.Un placer para todos los sentidos.
Izaskun Fdz De Retana Oraá
+5
El pasado 7 de octubre celebramos nuestra boda, aunque desde el principio lo tuvimos claro, la eleccion no pudo ser mejor, el menú exquisito, las raciones generosas, la gente quedó encantada!! El trato mejor imposible,siempre atentos a todo y NUNCA ningún pero. Volveríamos a elegirlos sin duda alguna (y volveremos) Mil gracias a todo el equipo por toda la atención recibida.
Roke General Manager Kora Green City
+5
Una vez más un trato exquisito y unos platos sorprendentes y sabrosos. 🍽️
Me ha encantado el menú degustación.
Perfecto para una celebración especial o para todos los findes si el bolsillo te lo permite 🤣
Un lugar increíble para degustar una buena comida. Probamos el tartar de atún, el carpaccio de langostino y una chuleta de vaca. Para finalizar probamos varios postres caseros y todos estaban deliciosos. El servicio inmejorable. ¡Volveré sin ninguna duda a repetir esta experiencia!
Simplemente una maravilla,el comedor es hermoso,con una decoración sobria,iluminada y climatizada.Lo mejor el servicio excelente y casi qué personalizado,la comida es toda una puesta en escena de colores y sabores. No nos pareció tan costoso.Super recomendado pues no te arrepentiras de una experiencia gastronómica como esta.
Maribel Gutiérrez de Rozas
+5
El pasado día 11 , celebramos la boda de mi hijo en dicho restaurante,lo elegimos porque habíamos comido en varias ocasiones la familia y siempre y todos habíamos salido contentos.
En este día tan especial cumplió con creces nuestras expectativas, desde el primer plato a los postres todo estuvo delicioso, presentación exquisita y servicio ágil.
Muchas gracias por estar pendientes de mis intolerancias y sacar algún plato y postre especial para mí. Gracias de nuevo.
Nos regalaron un menú degustación en el Zaldiaran. Por motivos de salud no puedo comer ni gluten, ni lácteos. Esto es todo un reto para la hostelería complicado de resolver ya que, casi todo, suele contener o gluten o lácteos. Las salsas, las cremas, las espumas. Y ¿qué ha pasado en esta ocasión? Pues que se han volcado totalmente en conseguir que, a pesar de esas limitaciones, disfrute al máximo de esta experiencia gastronómica. He quedado muy agradecida por ello. Nos han atendido de maravilla y, en resumen, ha merecido mucho la pena. Gracias a todos ellos, en especial a la persona que nos ha atendido, correcto y superamable en todo momento. ¡GRACIAS!
¿Lo que más me ha gustado? El carpaccio de langostino. Sencillamente espectacular. Dejo fotos. ¡Ah! Y lo recomiendo , por supuesto.
Lugar muy agradable para disfrutar de una buena comida
Atención maravillosa
![5]( "Recensione")
Que decir... un sitio espectacular en el que te tratan como a una utèntica personalidad.
Según entras te recogen los abrigos y te llevan a tu mesa, la cual en mi caso era espectacular.
La decoración es magnífica, calida mucha madera y listones de madera por todos los lados, haciendo un ambiente cálido pero muy moderno.
La atención de 10, en menos de minutos ya nos habían tomado nota de la comanda, y la espera fue relativamente corta para este lugar.
En mi caso, amante de la carne, mi solomillo al punto menos no estaba ni 1 segundo más echo de lo que había pedido, estaba perfecto de sal y cocción .
El aperitivo, que aún no se que llevaba, he de decir que no lo comes en cualquier lugar...según mi gusto...queso fresco con especias, tal vez algo de aguacate, Anchoas y avena o muslie...
El vino Izadi nunca defrauda.
De postre una muss con helado de gin tonic , que a los amantes de esta bebida, realmente estaba buenísimo y bastante cargadito de alcohol, a pesar de que se notaba bastante la tónica.
En resumen
Merece la pena 100% si no te importa gastar una suma importante para una cena.
El conjunto de personal y comida es de 100
Repetiré y volveré
![4]( "Recensione")
Mi experiencia tiene pros y contras:
Pros: todos los platos que probamos estaban exquisitos. Nos invitaron a un aperitivo de salmón con aguacate y pistachos muy rico, un carpaccio con quesos delicioso, un pulpo muy sabroso y tierno acompañado del mejor puré de patata que he probado, un plato de láminas de trufa con huevo y tocino dentro del que no esperábamos gran cosa y nos acabo encantando, una buena chuleta y de postres una torrija espectacular y una tarta de queso muy única, hecha de tres quesos distintos.
Contras: no son muchos contras y son de poca importancia, pero para la categoría del restaurante y del precio por el que se paga me parece que son temas a trabajar: las mesas están demasiado pegadas unas a otras, nos podemos enterar de las conversaciones de las tres mesas a nuestro alrededor sin ningún esfuerzo, y en un sitio de renombre como el Zaldiaran esperábamos mayor discreción. El restaurante en su interior es enorme, por lo que el espacio no debería ser un problema. Había bastante ruido generado por un grupo de amigos de una mesa lejana, es cierto que puede ser algo ocasional pero no esperábamos encontrarnos con esa molestia allí. El trato del servicio fue amable y cordial, pero sin el cariño y dedicación que podíamos esperar de un restaurante de 100€/persona: hemos estado en numerosos restaurantes de un presupuesto inferior donde te hacen sentir más especial, son más cuidadosos, te explican cada plato... Y eso no lo llegamos a sentir aquí (quiero dejar constancia de que algunos camareros si que llegaban a eso que esperábamos, pero no todos). Un detalle que no nos gustó es que pedimos un escanciador para servirnos una de las bebidas que pedimos sin posibilidad de manchar el suelo y, pese a repetir la petición, no nos lo dieron. Otro detalle que no debería tener cabida en un restaurante así es que pese a pedir una jarra de agua de grifo, nos cobraron una botella de agua de 4.5€. En comparación al resto de la factura es un valor sin importancia, pero que pese a ello cabrea.
En resumen: la comida es de 5 estrellas, pero le pongo 4 estrellas porque la experiencia no nos dejó el mismo sabor de boca. Recomendamos probarlo y nosotros volveremos a disfrutar de su comida de nuevo.
Comimos en un comedor privado que era muy acogedor. Todos los platos estaban buenísimos, pero por destacar dos el pure de patata con yema de huevo y trufa y un steak tartar sublime. Todos los demás platos rozaron un nivel muy alto. El vino que tomamos fue Pruno que es del mismo dueño que el restaurante.
Si quieres comer bien no lo dudes, está todo buenísimo.
Trato exquisito.
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