Klandestino

Pondría más estrellas en cada campo. Sobre todo en el servicio recibido y en la comida. Una Carme espectacular, postres de escándalo, croquetas secretas para volverse loco y una atención digna de un estrella Michelin. Animo ñ, seguid así porque es raro ver hoy en día un sitio tan bueno como el vuestro. (Precio muy asequible)

Es un bar en el que dan comidas, no un restaurante. Es una decepción ir a cenar, y que estés al lado de la barra, sintiendo el frío de la calle. Tuve que cenar con el abrigo puesto. La comida está buena, y el servicio también es bueno. Lo malo es que, para ser un bar que da cenas, es demasiado caro. No es de los que recomendaría como restaurante, pero si como una opción si un día no hay otro cerca.

Pequeño restaurante con una barra grande. El local está divido en dos espacios separados por los armarios de los vinos, el más grande es el espacio de bar, que suele estar muy concurrido, el situado en el lado izquierdo dispone de varias mesas para comer o cenar, separado en varios comedores más pequeños por cortinas. Buena ambientación e iluminacion. Con respecto a la comida, tiene un carta no muy larga, especializada en carne a la brasa. Nos gustó especialmente la picanha, las carrilleras y la chuleta. También estaban ricas las croquetas "klandestino", de 6 sabores en la misma croqueta perfectamente combinados. Pero lo mejor fueron los postres, especialmente "Dolce Vita" (recordando a un tiramisú) y "Memorias de África" para los más chocolateros. Precio: 40 - 50 € por persona, dependiendo de los vinos.

Estuvimos cenando el ultimo sábado unos amigos y la comida estupenda, muy rica Sin duda, un restaurante recomendable y una buena noticia su reciente apertura Comenzamos con las croquetas 😋, probamos jamón, txangurro y klandestino. Seguimos con los mejillones irlandeses, la salsa maravillosa. Y después el chuletón para compartir, muy sabroso también. Y para rematar, unos postres. Pongo las fotos