Cal Ton

Fuimos a cenar hace unos mese gracias al premio que ganamos por un concurso fotográfico de las fiestas dels Raimons y que gran descubrimiento. El menú Cal Ton simplemente espectacular los entrantes muy buenos y suficientes. Los segundo buenisimos, a destacar los pies de cerdo. Todo acompañado de un vino blanco muy bueno. Y me gustaría destacar por encima de todo el servicio recibido, la camarera super atenta a todo lo que necesitabamos, siempre pendiente que nuestras copas estubiesen llenas. Muchas gracias por el servicio y un gran descubrimiento que sin duda nos va hacer repetir.

Puedo decir que es uno de los mejores sitios dónde he ido a comer en relación calidad precio. Pedimos el menú degustacion para todos, donde entran 5 platos de entrada, un principal y un postre. Los 5 entrantes son predeterminados por el restaurante y ponen uno a cada uno, lo cual es genial que sea así en lugar de compartir en el centro. Todos los platos muy interesantes, de segundo habían 2 opiniones de pescado y 2 de carne, es cierto que no recuerdo alguna opción vegetariana o vegana. Y de postre, había para elegir 2 opciones y me hubiera gustado alguna opción más aunque sea helado. Pedimos helado para la niña y estaba delicioso por cierto, hecho por ellos. Fuimos un domingo al mediodía y el menú por persona cuesta unos 36.50e.

Excelente producto, tratado con originalidad y conciencia. Sabores sorprendentes e intensos. Todo acompañado de una bodega cuidada y bien pensada al gran producto que ofrecen Más que una simple comida, una gran experiencia que estoy deseando repetir. En resumen, gracias por ofrecer una comida redonda.

Un clásico de Vilafranca, sabes que comerás bien. Escogimos el menú de 35€ en sábado. Primeros son platillos para degustar cada pieza, hasta llegar a sus reconocidos canelones. Raciones justas, son para degustar. De segundo las albóndigas y el atún estaban deliciosos y bien acompañados. Muy bueno el postre también, la espuma de crema catalana con granizado de limón y pomelo. Mención aparte merece Raimon, el sumiller e hijo de los dueños, un experto que nos recomendó fantásticamente, incluso con algún “secreto” de su bodega. No os limitéis al vino del menú, aprovechad sus referencias. El precio no es bajo, pero la calidad se paga. Muy recomendable.