Restaurante Patría

Se trata de un concepto de cocina interesante en cuanto a combinaciones originales en las recetas y al uso de productos de cercanía. Sin embargo, el resultado final no es todo lo bueno que se podría esperar: le falta un toque de elaboración para fusionar mejor todos esos elementos tan interesantes. Pedimos unas croquetas de espinacas y queso (con poco sabor, pero merece la pena que se pueda pedir solo media ración), sashimi de corvina (el plato que más nos gustó), tartar de solomillo de ternera y codillo y carrillera en masa filo. El servicio es inmejorable por su actitud y su agilidad. El precio fue de 33€ por persona, incluyendo bebidas: no está mal.

Lo que pedimos estaba muy rico. El pan buenísimo. Por fin un restaurante que hace su pan y está bien cocido. Lo del aceite racionado me llegó al alma...ya es un artículo de lujo y solo ponen unas gotas ...y se llevan la botella....en fin. En la foto de la mesa puede verse. La ensaladilla de salmón...muy rica...un poco escasa para mí gusto.

Fuimos cuatro y a unos nos gustó más que a otros. Casa campestre bien adaptada a restaurante. Dos terrazas. El sitio es muy coqueto, pero sin vistas. Todos los primeros son vegetarianos, o veganos. Lo.mejor las croquetas. La cebolleta debería salir sin la piel exterior, difícil de quitar sin perder medio plato. Hay un queso que es un poco repetitivo. Variedad de segundos con un entrecot muy bueno a la brasa, la corvina bien elaborada y algunos platos fuera de carta. Venden un aceite bueniiisimo, pero a ¡30€ el litro). Lo peor es que no está en Vejer, que es lo que pensábamos, sino a unos 6 km...pero eso no es culpa de ellos. Hay que mirar bien😁