Pastelería centrica, a pocos pasos denla emblemática plaza de Valladolid. Zona a la que sólo se puede llegar andando. Es una pastelería bastante amplia, sin terraza y con personal atento, tienen gran variedad de pasteles, todos irresistibles. Algo que debes visitar el pequeño museo que hay en su interior, donde encontrar cucharas de postre de todos los lugares del mundo y cómo no, todos los edificios emblemáticos de la ciudad hechos en dulces, a una escala bastante grande y con gran detalle.
Si visitas Valladolid debes visitar esta pastelería, adentro tiene el museo del dulce con grandes replicas en dulce de arquitecturas de la Ciudad.
La forma en q se atiende al público puede mejorar sobre todo para comer dentro.
Buenos dulces!
Teresa Sacristán Pérez
+5
Genial!!!!
Una maravilla de productos, servicio y de museo. Una pena que vaya a cerrar dentro de un mes
Ubicada a la entrada de la plaza más centrica de Valladolid se encuentra esta pastelería confiteria museo cafetería y obrador con sus puertas abiertas desde los años 40 ofreciendo productos de elaboración propia de altisima calidad ,con mucha simpatía te atienden varias señoras que hacen que la estancia en el local sea más agradable , más que un lugar donde ir a comprar pasteles o bombones es una experiencia tanto gastronómica como cultural.
Totalmente recomendable.
Located at the entrance to the most central square of Valladolid is this pastry shop, confectionery museum, cafeteria and workshop with its doors open since the 40s offering its own products of the highest quality, with great sympathy you are attended by several ladies who make your stay in the place is more pleasant, rather than a place where you can go to buy cakes or chocolates, it is both a gastronomic and cultural experience.
Totally recommendable.
Una pastelería donde la atención al cliente y la calidad prima a ojos del observador. Es una cafetería de aspecto clásico muy limpia y con mucho personal que te atiende inmediatamente. Lo que viene a ser un negocio al que tenemos que ayudar y dejar de tanta basura de franquicia con pastel recalentado y de baja calidad donde los empleados son números. Se puede ver los pasteleros trabajando, muy bonito. Todo pulcro.
Un lugar al que hay que ir en Valladolid por varias razones.
Los pasteles están espectaculares, si no sabes cuál elegir, y te gusta la crema te recomiendo una Juanita.
El local tiene mucho encanto y es bastante amplio.
La atención estupenda. En el mostrado hemos pedido dos pasteles, en la barra dos cafés y al poco tiempo todo ha aparecido en nuestra mesa junto con dos pastelillos como detalle. Todo, cerca de 6€.
Y no te puedes perder la visita al museo del dulce subiendo unas escaleras al fondo del local de acceso gratuito. La forma más dulce de conocer los edificios más representativos de la ciudad.
Muy buena atención al público, el café excelente.
Los amigos solemos ir cuando tenemos tiempo.
Confitería tradicional y con historia. Desayunos y meriendas con dulces de calidad que merece la pena disfrutar.
En sus vitrinas no se exponen solamente apetitosos dulces sino que además podemos observar cosas tan curiosas como una colección de más de mil cucharillas procedentes de todas partes del mundo.
Pero lo que hace único a este local es el Museo del Dulce, creado por su fundador D. Enrique Cubero Román (1924-1997) en el que se reproducen en azúcar los edificios más representativos de la ciudad entre otros no menos famosos y preciosos palomares también.
Es admirable la belleza y perfección alcanzada por las obras de D Enrique Cubero, que fueron presentadas en diversos certámenes nacionales e internacionales consiguiendo numerosos premios y homenajes.
Merece la pena entrar en este local. Un placer para el paladar y la vista.
Estupendo, mítico y céntrico local para tomar un café con algún dulce que hay muchos, por cierto...todas estas fotos que pongo de monumentos de Valladolid y otrs cosas, tooodas son hechas de dulce, es decir, que se comerían enteras!!
Museo muy bonito, para acceder a él se tiene que ir al final, donde la cafetería.
Al entrar está la zona de compra normal de una pastelería y en el fondo buena cafetería aunque con precios algo elevados.
Cualquier pastel está buenísimo, mis preferidos son las trifas y tartaletas.
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