Titanic Seafood

Me habían hablado muy bien pero yo he tenido luces y sombras. El local está bien decorado y el ambiente no lo puedo describir ya que estaba casi vacío. En cuanto a la comida probamos kas alcachofas que estaban muy ricas, el falso ravioli que también estaba bueno y la ensaladilla que no me gusto, a parte de que las patatas estaban crudas, no tenía apenas sabor, eso sí muy bien presentada en la concha de un buey. Y además nos cobraron 14.00 euros por una ración. No se si le daré otra oportunidad

Si alguna vez soñaste con un lugar donde los sabores danzan en tu paladar como una sinfonía culinaria y donde cada plato es una obra maestra de la creatividad gastronómica, ese lugar es, sin duda, el restaurante "Titanic Seafood". Ubicado en el corazón de la ciudad, este santuario culinario es mucho más que un simple restaurante; es una experiencia que te transporta a un mundo donde los sentidos son acariciados por la pasión y el arte de la cocina. Desde el momento en que cruzas su umbral, te encuentras inmerso en una atmósfera encantadora y acogedora que te hace sentir como en casa, pero con un toque de elegancia celestial. La carta es un poema de sabores, una sinfonía de ingredientes frescos y una oda a la innovación. Cada plato es una obra maestra meticulosamente diseñada por chefs que son verdaderos artistas culinarios. Desde el primer bocado, te sumerges en un viaje sensorial que despierta tus papilas gustativas y te hace apreciar la comida de una manera completamente nueva. Las carnes tiernas se deshacen con cada tenedor y los vegetales se presentan como auténticas obras de arte en el plato. La presentación es impecable, y cada plato es una explosión de colores y texturas que deleita tanto la vista como el paladar. Pero "Titanic" no es solo un lugar para satisfacer el apetito; es un lugar para celebrar la vida. Ya sea una cena íntima para dos, una reunión familiar especial o un evento importante, este restaurante tiene el ambiente perfecto para cada ocasión. El personal es amable y atento, siempre dispuesto a hacer que tu experiencia sea inolvidable.

Sabíamos de su existencia por un artículo de un periódico y nos decidimos a probar y no nos decepcionó, al contrario salimos encantadas. Además de los platos que aparecen en la carta tienen otros muchos que te indican incluyendo el precio lo que es de agradecer para no llevarse sorpresas a posteriori. Nos decidimos por dos platos de la carta pita de costilla y brocheta de presa, ambos totalmente recomendables aunque nos gustó mas la pita, y por un tataki de atún fuera de carta que estaba increíble. Sin duda repetiremos.

Espectacular para llevar tan poco tanto comida como servicio y eso que estaban hasta arriba de gente y el ambiente perfecto todo ok precios acordes con la calidad del producto hacia falta algo así ya en el centro de valladolid algo con clase y calidad no lo típico que también gusta pero siempre es grato este tipo de negocios