Azul Mediterraneo

¡Qué arroz tan rico! De tuétano con alcachofa, espectacular <3 el punto, la jugosidad y 100% sabor. La carne se deshacía en la boca. El detalle y cariño de la camarera al servir el vino, fue para tenerlo en cuenta, ya que no tratan así a los clientes en muchos sitios. Nos gustaron menos las rabitas de oreja, nos parecieron duras y secas. Pero la propuesta y variedad de entrantes nos dejó con ganas de probar más. El local cuidado y decorado con gusto. Volveré sin duda

Un restaurante que me sorprendió positivamente. La comida muy rica, sobre todo los entrantes. El arroz señorito le faltó un algo para mi gusto, pero volveré para probar los caldosos. Los postres exquisitos. El lugar muy bien decorado, especialmente lo de la cocina de los arroces a la vista de los comensales. La atención muy buena por parte del personal

Nos atendió Tamara y fue un verdadero encanto, atenta en todo momento y muy cercana en el trato. Comimos el arroz seco de pulpo a la brasa con mojo canario y de entrante unos puerros q estaban riquísimos. Éramos solo 2, y ya no pudimos con el postre, nos quedamos con ganas de probar algo más. Todo regado con un buen Ribeiro. Quizás calidad precio, un pelín elevado, pero cierto q todo estaba exquisito!!!!

Fuimos a comer por el cumpleaños de mi madre. La atención del personal es inmejorable, desde el primero hasta el último, a destacar Tamara. Una profesional, correcta y simpática. Pedimos dos arroces, uno de pato meloso y otro seco de marisco. El meloso, estupendo. Me queda volver para probar el de carabineros. El pero que pongo es a la terraza. Se esta fenomenal, corre el airecito y no da el sol pero ta adornarla. La única pega la forma de hacer la reserva. Por todo lo demas…GENIAL. Gracias Tamara por el servicio

Azul Mediterraneo es un nuevo restaurante abierto en 2023 en Valladolid. Fuimos a cenar 4 personas en Septiembre de 2023. Restaurante - Ambiente: No es un sitio especialmente grande, en el sentido de que no hay para muchos comensales. Sin embargo hay espacio de sobra en las mesas y alrededor, la decoración es muy agradable y cálida, y transmite un buen ambiente. Comida: En este sentido cabe destacar que la materia prima es buena / muy buena, sin embargo en lo que se pidió hubo cosas mejores y peor ejecutadas: Croquetas: Muy buenas, aunque las hayamos comido mejores. Pero estaban muy buenas Carpaccio de Picaña Madurada: Muy muy rica y sabrosa, con mucho sabor a la carne madurada. Recomendable. Chipirones: Están ricos pero no sorprenden, y la espuma/salsa de lima ( creo recordar ) la verdad es que no me pega nada. Creo que es un plato que necesita algo más de "punch", aunque la calidad del chipirón se la veia muy buena. Rabitas de oreja: Una especie de "rabas" pero de oreja de cerdo. La verdad, esto ha sido un poco decepcionante. Demasiado delgadas, y prácticamente solo sabia a fritura. No nos aportó nada. De segundo se pidieron dos arroces, que son la especialidad de la casa. Cabe destacar que NO hace falta reservar el arroz por adelantado, y que el restaurante cuenta con un cocinero especifico solo para la elaboración de los arroces, a cocina abierta en la sala, con hasta 6/8 fogones donde se ve como va elaborando todos y cada uno de ellos. El arroz está muy bueno, es decir, los fumets, la calidad del arroz y el aderezo de elaboración se puede asemejar perfectamente a los mejores de la costa valenciana. Quizas un poco la decepción por nuestra parte al pedir el arroz con vierais, y el arroz con cigalas y gambas, es que al final son arroces abanda , y ponen lo demás por encima. No mucha cantidad además de "extras". Asi que aunque el arroz está muy bueno, se hecha en falta más genero ( eso si , excelente calidad del marisco ) y quizás alguna integracion mas dentro del arroz, no por encima. Ponerles algo de chipiron, quizas gambas arroceras peladas ... es decir, pedimos dos arroces diferentes pero prácticamente comimos un arroz igual con cosas diferentes por encima. Es cierto que tenian muchas más variedades ( carne, setas ), y aparte de los que tienen en carta tienen algun arroz fuera de la misma. Respecto a los postres aquí tambien un poco de luces y sombras: La Torrija: un poco decepcionante, ni la textura ni el sabor eran especiales. La tarta de queso. Notable Alto, aunque no llega a tener ese punto de sorprendente. Es decir, muy buena , pero equiparable a otros muchos restaurantes. Brioche. Muy bueno, bastante sorprendente y diferente a lo que se suele comer por ahi. La carta de vinos es amplia, está bien de precio para lo que es restaurantes hoy en dia. El servicio y atención bien. El unico pero es que , incomprensiblemente, se acabó el plan "blanco" y solo quedaba pan de semillas. La verdad, esto un restaurante, donde ademas te cobra cada trozo de pan que pides por comensal, no se lo puede permitir. Es verdad que la calidad del pan es muy buena.

Muy buena experiencia en general. Nos presentamos sin reserva un día entre semana y nos ubicaron en una mesa alta con rapidez. El servicio muy amable y atento, cosa que se agradece por varios detalles: no disponían del vino por copas pedido y me ofrecieron uno de precio superior al mismo coste. Pedimos como entrante ensaladilla y, al estar mi mujer embarazada le trajeron a ella media ración por separado eliminando ciertos ingredientes, sin incrementar la cuenta. La carta es variada y original, la ensaladilla muy buen sabor aunque mejorable la textura, la oreja me pareció un plato original y sabroso, pedimos arroz con presa a la brasa (la cual nos hicieron a distintos puntos) y estaba realmente rico y la cantidad más que suficiente (nos llevamos el resto a casa). Postres: la torrija estaba rica pero nada destacable y el brioche relleno muy goloso.

Fuimos a cenar 4 amigos el viernes. El local es chulísimo, tienen una instalación para hacer los arroces muy llamativa. El servicio top, nos estuvo atendiendo Erika y otro compañero suyo. Siempre atentos de que tuviésemos lo que necesitásemos y con un buen ritmo de servicio. Pedimos 4 entrantes y 4 raciones de arroz. La experiencia no ha sido de 5 estrellas por la comida. Ahora lo intento explicar El precio medio por persona ha sido de 50 € (sin vinos) y las raciones han sido todas muy justas. De los entrantes, las croquetas cremosas y con buen sabor, a dos euros cada una y se comían de dos bocados. Las rabitas de oreja han sido curiosas, pero al final no había oreja, era todo rebozado y vinagreta. La picaña si era un plato de 10. La carne tenía buen sabor, el pan inflado calentito acompañaba muy bien y se nos hizo suficiente para saborearla. El último entrante fueron los chipirones, la espumas de cítricos no funcionaban en el sabor y el plato se nos quedó escaso. Los platos fuertes del local son los arroces, que estaban muy buenos (pedimos dos raciones de zamburiñas y dos de cigala y gambas). La cantidad de bichitos justitos, de buena calidad y eche de menos un poco de socarrat, pero es complicado. Recomiendo que descubráis el local, creo que tiene de los mejores arroces de Valladolid. Para repetir, lo dejo a tu elección. Probamos los tres postes que tienen. La torrija totalmente prescindible. La tarta de queso correcta, y el pan brioche tostado sorprendente