Bámbola

El mejor sitio para desayunar por el centro. Los huevos benedictinos de la foto, con cafe y mini zumo 5 euros, que en 2020 me hubiera parecido caro, pero ahora lo veo optimo, ya que valladolid se esta “madrileñando” y cada vez es mas comun cobrar mas de 2/2,5 euros por un cafe con faquin croissant. Si vas a desayunar aquí un sábado o domingo en hora punta a lo mejor tienes hueco pero el servicio es mas lento (normal me parece en horas puntas). Ademas, si vas a desayunar es obligado mandamiento pedir los huevos benedictinos (hay opción vegetariana también), ql contrario que en otros sitios, aquí no te meten 2 litros de salsa con el huevo, si no que es la cantidad justa y esta muchísimo mejor. A lo mejor he hablado mucho de los huevos estos, pero es que los llevo desayunando esporádicamente años y siempre estás buenísimos.

lo mejor de todo, sin duda, son los desayunos. Todos los platos están preparados con ingredientes frescos y de calidad, y están muy bien presentados. Desde los clásicos croissants y tostadas de tomate hasta opciones más elaboradas como las tostadas de Jamón y de salmón, todo lo que probamos estaba delicioso y lleno de sabor. Además, el café y los zumos son excelentes, lo que hace que el desayuno sea aún más agradable.

El local tiene una decoración exquisita, el ambiente inmejorable. En cuanto a la carta, es variada, original y con un precio adecuado teniendo en cuenta que las cantidades son considerables. La presentación de los platos es especialmente atractiva, muy "instagrameable". En especial recomiendo el desayuno de Huevos Benedictine, pero cualquier otra opción es acertada. Sin lugar a dudas, es de mis sitios favoritos de Valladolid para desayunar. Actualización: pasa el tiempo y sigo recomendándolo tanto o más que el primer día. El zumo de naranja que acompaña a los desayunos es natural y está excelente. El aceite de oliva de las tostadas con tomate y jamón buenísimo, marca la diferencia.

Lugar emblemático para los universitarios de Valladolid cuando era "La Uni", con su nuevo nombre y nuevo estilo ha mejorado bastante. La terraza muy amplia con buenas vistas, el interior acogedor, buen acceso para sillitas de bebé y minusválidos, el personal súper agradable y buena atención. Pedimos un batido natural con leche de soja y un café, he de reconocer que el batido me sorprendió por tamaño, y mi hija super encantada, todo rico. Amplia carta, calidad precio, bueno. Volveremos