Llantén

Templo del buen gusto y la buena mesa...el jueves de la semana pasada asistí de nuevo a una comida a este ya clásico restaurante de Valladolid para entregarme a un apoteósico y estelar cocido... ningún ingrediente al azar...un conjunto pantagruélico que acabó siendo ligero, creo y entiendo que por la mezcla de buen hacer en los fuegos y los ingredientes soberbios... enhorabuena Mr. Simal

La verdad que un lugar con encanto propio. Muy bien atendidos por un servicio que están en todo momento súper atentos. La comida perfecta. Nos obsequiaron con un torrezno con ceviche riquísimo algo extraño por la mezcla pero muy rica de sabor y un aceite con pan que estaba buenísimo, siguiendo por unas croquetas de Jamón muy suaves y luego unas gambas al ajillo si un plato fácil pero que os aseguro te hace volver a esas gambas hechas a la antigua con muy buen sabor. Como todo era para compartir pues los segundos también y el brioche relleno de Chipirones con salsa gaucha y pepinillos para repetir otro día la verdad, muy buena mezcla la verdad y seguimos con el Solomillo realmente espectacular lo pedimos poco hecho acompañado de paté, semitas y pammentier estañada todo buenísimo. De postre elegimos la tarta de queso y estaba muy bien echa es mas no muy dulzona en su punto justo acompañada de una bola de helado de queso buenísimos. Vamos para volver otro día te lo aseguro.

Comimos muy bien todo lo que pedimos. La carta tanto de comida como vinos la presentan en unos folios escrito a mano, me pareció algo cutre esto siendo un restaurante de categoría. Los camareros algo empanados, pedimos unos vinos en la barra antes de comer y nos los pusieron diferentes porque tenían que abrir otra botella.

Un lugar lleno de encanto, que nos transporta a Menorca, el interior de la casa maravilloso, y el jardín precioso y muy cuidado. La comida espectacular, sobretodo la burrata, el arroz con rape y langostinos (de los mejores arroces que he tomado, y son unos cuantos;-) y el melón osmotizado al mojito. Toda la experiencia de 10!!!