Restaurante Pedro Olivar

Estuvimos en el comedor de la sala de abajo. El día De los Santos. Tomamos gambas a la plancha, lenguado y besugo. Todo exquisito. La chica q nos cogió la comanda muy buena recomendación nos dio. El problema vino cuando nos tomo el camarero con pelo canoso los cafés. Pedimos entre ellos un café americano , le trajo solo largo. Le pedí por favor q me trajese más agua para el café y me contesto q ahí tenía la botella de agua. Y ya le dije q quería el agua caliente. Q pena q en muchos sitios todavía no sepan preparar un café americano.

No se come nada mal, pero tienes que tener claro que lo vas a pagar. La cantidad de las raciones está ajustada, si no eres de mucho comer están bien. Tomamos ensalada de escabechados, navajas, chipirones y gambas para empezar y luego arroz con bogavante (aquí sí que está bien de cantidad xq con un arroz para dos repitiendo los dos, aún quedaba para otros dos platos), entrecot , merluza de pincho, rape y atún. Todo muy rico. Como pega diré que sólo una persona podía contarnos lo que había ese día para comer (y tenía que tomar nota ella sola en todo el comedor). No nos dieron carta y el resto de camareros no nos lo contaba, teníamos que esperar a esta persona para que nos lo contara y tomara nota (sólo te dice los platos, no los precios, supongo que habrá que preguntar uno por uno si los quieres saber... No lo hicimos, nos daba igual, pero que lo sepáis). Los postres ricos tb y tras los cafés nos invitaron a rosquillas y pacharán. Baños grandes y limpios con espejo de cuerpo entero, no recuerdo si tenían cambiador para bebés, pero si vas con la sillita tendrás que bajar algunas escaleras

He podido disfrutar de una comida en este local más propio de costa, lo digo yo que soy del Mediterráneo. Fui recomendado por el buen amigo Iñaki Fernández de Bilbao y salí cumpliendo todas mis expectativas. Camarones y ostras para la espera del segundo que no fue otro que una parrillada de pescados y mariscos. Regado con un vino blanco, uno de muchos de su carta. De postre? Uno de piñones muy especial que no sale en la carta... David ha sido un placer conocerte a ti personalmente, a tu gente y tu casa. Volveré si coincidimos de nuevo. Muy recomendable.

Local agradable, aunque le iría bien una actualización, el personal muy atento y todos los platos que probamos muy buenos, el marisco de gran calidad y el arroz con bogavante excelente, con buen sabor, en su punto y una cantidad más que suficiente para dos, en nuestro caso nos sobró y nos lo pusieron para llevar, cosas a mejorar son las carta, no se corresponde lo que hay en la web con la que te cantan, pero sobre todo los platos o sugerencias fuera de carta, con lo fácil que es presentarlas, hoy en día, en un papel, bien puestas y con su precios, hace mucho más fácil al cliente, tomarse su tiempo en verlas todas y poder elegir, mejor, si te las canta el camarer@, es difícil de seguir y al final te puedes perder lo mejor o lo que más te interesa/apetece por no acordarte de lo que han ido cantando, por el resto muy bien

El arroz con bogavante de 10 como siempre que vamos. Esta vez probamos además una centolla por recomendación del camarero; preparada con vino blanco y rellena de la carne de las patas previamente peladas.. ¡Espectacular! Los camareros muy simpáticos aunque estén hasta arriba de trabajo (siempre está lleno)