Palacio De Bornos

No lo conocíamos. Íbamos de viaje a La Coruña y paramos a tomar un café. Nos tomamos dos pulgas de jamón y estaban riquísimas. Nos ofrecieron 2 copas con un poquito de vino blanco y vino tinto. Nos gustó el vino tinto, y nos llevamos 3 botellas para las vacaciones. También compramos dos tabletas de chocolate. Muy recomendable parar. La atención de los trabajadores excepcional. Muchas gracias por tanta amabilidad. Volveremos

Llevo años parando en esta bodega y siempre me resulta agradable. La pulga de jamón y un vino verdejo o dos, que está buenísimo, es un placer. Destaco la amabilidad de Sonia, Mariano y Samuel que son estupendos. Los productos que he comprado son de muy buena calidad . También destacó su aparcamiento que es muy cómodo y accesible desde la autovía. Un abrazo chicas y chicos .

Lo mejor de este establecimiento es su personal. La excelente atención y simpatía con que atienden a la clientela está muy por encima de lo que es normal en este tipo de establecimientos. Destacan, principalmente, Camino y Maripili que, aunque delgadas, ponen enorme energía en su trabajo. Y unos ojos preciosos y enormes.

Ha mejorado mucho en aspecto desde la última visita, quizá hace ya un año. Hay una buena terraza y se ha redistribuido y retocado el interior para dar más espacio a los clientes y menos a los productos, que ahora aparecen presentados de forma más elegante y atractiva. En cuanto a las consumiciones, el vino es muy bueno en cualquier variedad que se elija, pero respecto a la comida, se queda corto porque solo hay fiambres (chorizo, jamón, queso y salchichón) aunque de buena calidad en general. El jamón un más flojo que el de la competencia cercana, eso sí. Precio algo elevado para las cantidades. Por último, pero no menos importante, es el servicio es muy atento y amable, con simpatía y con esfuerzo por agradar al cliente.

Parada obligatoria para comer una pulguita de jamón y otra de queso. Un clásico. La siguiente vez también caerá la de lomo. Muy atentos y amables como siempre. Recién remodelado (enero’23). Muy recomendable. A nuestro gusto, mejor el pan de la pulguita que el del bocadillo. Muy profesionales ofreciendo degustación de sus vinos.

Un sitio espectacular sin más. Un sitio reformado, y con un trato del personal tan sumamente genial que nos hemos ido animando y en vez de comprar dos cosas, hemos comprado seis más. El sitio es inmejorable, cuenta con parking propio y las instalaciones está muy bien. Nos han invitado a un degustacion de dos vinos que promocionaban, y nos hemos tomados una refrescos y bocadillos pequeños de jamón y queso, que estaban bueno no, lo siguiente. Hemos comprado mucho vino y obsequio para familiares y amigos, a un precio estupendo. Lo recomiendo encarecidamente 🔟⭐️