Hasta La Peineta Taberna

Iba saliendo del Museo de Escultura con la expectativa de comer algo delicioso, y he descubierto el mejor lugar posible. Un risoto excepcional, al igual que el lagarto ibérico. Ideal para ir a comer un fin de semana en familia o con amigos. Además, los dos meseros que me atendieron se tomaron el tiempo de explicarme qué era cada plato y de hacer que mi estadía fuera única, especialmente el cubano. Sin duda repetiría.

¡Un gran descubrimiento! Fuimos a cenar y estaba todo increíble. Las patatas "bravas" son para todos los públicos y con una salsa adictiva, y los huevos con gulas y gambas tenian un toque genial. Como única pequeña pega diría que el calamar a la brasa llegó bien de temperatura, pero por tamaño al final se queda un poco frío, aunque tambien estaba muy bueno. Las croquetas están excelentes y cremosas. Y la tarta de queso es un acierto absoluto. El servio diligente, lo que se espera de ellos, sacando platos en fases para que comiéramos tranquilamente. Y finalmente, en cuanto al precio, diría que es correcto para lo que ofrecen. Eramos dos, y los cuatro platos, un postre, mas una sangría, una copa de fizzante y una botella de agua grande no llegó a los 60 euros, y salimos muy llenos, así que con menor presupuesto se puede disfrutar igualmente. En definitiva, un muy buen sitio para ir a comer o cenar. ¡Ya estoy deseando volver a probar otros platos!

Estaba riquísimo todo lo que comimos Pedimos patatas bravas, mini hamburguesa y torreznos. Tiene una carta con gran variedad de raciones y todo tiene muy buena pinta. El servicio muy agradable y atento. Estuvieron esperándo a que termináramos aunque ya había pasado la hora de cierre. Si estás por el Museo de Escultura es muy buena opción.

Pequeña parada para tomar algo entre Museo y Museo. Muy agradecido con la promoción de "tapa gratis" a ciertas horas del día. Tocaba paella y estaba buena, no fue decepción. La cerveza fría y en un sitio amplio, con sillas altas, taburetes y muchas mesas reservadas. El sitio está en un lugar privilegiado y está siempre muy ajetreado.

Situado al lado de San Pablo y en la calle de los museos por excelencia. Decorado como un patio andaluz, con sus macetas en la pared. He visto que tienen menú de fin de semana por 20€, aunque siempre que he ido, ha sido a degustar sus ricas raciones. Los camareros muy atentos y te sirven pronto. Seguiré yendo por allí. Lo recomiendo totalmente.