La Cabanyita

El sitio por dentro es un encanto, pero quería disfrutar de la brisa de la playa que aún hay calor así que la terraza es un 10 también ahora en octubre. De entrantes las croquetas de verduras están increíbles, se nota que son caseras y tienen mucho sabor. Otro entrante que hemos pedido es el tataki, no me ha gustado mucho, le faltaba sabor, poca cantidad y la mayo kimchi estaba muy picante para mis compañeras… para mi bien que me encanta, pero es algo a tener en cuenta, lo de abajo es pan de gambas en tiras. Luego de principal hemos pedidos dos pinsas para 4 personas y ha sido más que suficiente porque son bastante grandes! Hemos pedido la carnívora, que estaba bien, llevaba mucho más salami que jamón la verdad, pero la estrella ha sido la Bella de la mamma, viene con tomate fresco valenciano y está lleno de sabor, aunque parece la más simple tienes que pedirla! La volvería a pedir cuando vuelva! De resto la atención excelente, muy atentos y el servicio rápido! Tengo que volver a probar más platos, tienen opciones interesantes francesas también y otras opciones vegetarianas.

De visita en Valencia decidimos ir a cenar a algún sitio cerca de la playa. Es un sitio pequeño, con mucho encanto y con una decoración divertida y muy bonita. Nos atendió un camarero muy simpático y servicial, un 10. Pero lo mejor, sin duda, la comida. De las mejores pizzas que he comido en mi vida. Un concepto diferente y muy delicioso.

Situado al lado de la playa, muy bien decorado y con servicio muy amable. Fuimos sin reserva, pero quizá recomendaría reservar previamente. El menú está tanto en inglés como en castellano. No podría recomendar ningún plato en especial, porque todo estaba buenísimo. Pedimos las bravas con patatas y boniato con ajo negro, croquetas de verdura, tiras de pollo, pinsa de trufa y burrata y la crêpe. Aunque la carta no es muy extensa, todo estaba muy bueno y me quedé con ganas de probar más platos. Además, es casero y pet friendly. No es excesivamente caro, aunque el precio de la bebida quizás si lo es. Hemos vuelto otro día y pedimos las bravas, los mejillones, la sepia y el tiramisu. Estos dos últimos nos gustaron muchísimo, muy buenos. A destacar también la amabilidad del personal, muy simpáticas y se adaptaron a las alergias d mi madre.

Local con una decoración preciosa. Nos llamó mucho la atención y decidimos cenar aquí. A la carta le falta algo de variedad, pero las opciones son interesantes. El servicio fue muy, muy lento, lo que hizo que disfrutásemos poco de la experiencia. La comida estaba bastante bien, pero quizá esperábamos algo más, habiendo leído otras reseñas. Los tortiglionis tenían buen sabor, pero mucho aceite en el fondo. Las croquetas muy ricas.

Sitio decorado con encanto, buen ambiente y buen servicio. Pasamos algo de calor, ya que cenamos dentro y era escasa la ventilación. Los platos muy ricos, pedimos 3 pizzas y una ensalada para compartir y agua de valencia, exquisita. Ensalada de burrata y pesto, pizza ortolana, otra de jamon y otra bella. Muy rico todo.

Comimos hoy allí sin reserva! (Pero prontito) Tinto de verano casero. Ellas muy muy amables. Se molestaron, incluso, en entretener a los niños. La comida buenísima. Para 4 pagamos 70€ y pedimos tiras de pollo, una pizza, los mejillones, un poke y una ensalada. Más 3 tintos de verano y una cocacola. Si volvemos a Valencia volveremos. Y lo recomendamos 100%