La Revoltosa Bar

Los bocadillos estaban muy buenos pero pedimos media docena de croquetas que nunca llegaron porque según nos dijeron les faltaba un poco más todo el rato que pasaba el camarero. Le pongo las 5 estrellas porque lo que comimos estaba bien y el camarero estaba muy atento pero espero que a la próxima los de la cocina sean tan amables para sacarnos las croquetas.

Estuve almorzando porqué me lo habían recomendado y la verdad es que me esperaba un poco más, tal vez porque iba con muchas espectativas, pero bueno no me me sorprendió, pero de todas maneras lo recomendaría porque los bocadillos son de calidad, la verdad pero por lo demás no aportaba nada nuevo a un ligar especial para almorzar 👍👍

Lugar pequeñito, de primeras no nos convenció mucho el lugar pero le dimos la oportunidad. Fuimos a este lugar porque según las reseñas servia buen arroz, y en su busca fuimos. Cuando llegamos, en la carta no aparecía arroz por ninguna parte, y el camarero nos indica que “quizas” tenga algo fuera de carta. Finalmente pedimos un par de platos y el arroz, y todo estaba bastante bueno. Quizás el arroz, aunque estaba bastante bueno, nos decepcionó, el precio era u os 16 por ración y mínimo tenían que ser dos raciones, nos pareció un precio excesivo para ser un arroz bueno pero corriente. Sinceramente, no es un sitio que vaya a recordar en el futuro, pero para un almuerzo de paso esta bien.

El bar dispone de una pequeña terraza en el exterior con 3-4 mesas y un salón interior diáfano, no muy grande. Decoración y limpieza buena. Llegamos nada más abrir. La atención, en esta ocasión, ha sido relativamente rápida y buena. Y el servicio de los almuerzos también. Disponen de carta, y aparte, una serie de bocadillos fuera de carta. Buenísimos todos y se nota producto fresco y cuidan el detalle de la cocina. En esta ocasión, hemos pedido un bocadillo especial (marmita de la yaya) y uno de los de fuera de carta (masclet). Me he llevado un pelín de chasco, porque me ha dado la sensación, de que el tamaño del bocadillo entero, es más pequeño que de costumbre. Que por el precio que tiene el almuerzo, no debía de ser así (se puede observar en fotos de otras reseñas). De cafés, 2 bombones, uno descafeinado...que en este caso, parecía un poco agua chirri. Pero en otras ocasiones no ha sido así. El ambiente y la zona es tranquilo. Lugar para repetir y darse un homenaje de vez en cuando.

Comida y servicio inmejorables. Pedimos un arroz caldoso con calamar, calabaza y morcilla que estaba espectacular, acompañado de unas patatas bravas y un obsequio por el bar de ensaladilla rusa. Todo estaba buenísimo, y se nota mucho que son productos frescos y caseros. El camarero fue muy simpático y atento. Un sitio muy recomendable.

Cenamos la pasada noche mi pareja y yo con unos amigos y cenamos estupendamente, tenian varios platos fuera de carta como tellinas, calamar... Muy bueno al igual que el pulpo braseado. Cenamos dentro y hacia un poco de calor porque no hay aire acondicionado. Servicio muy atento y rápido. Para volver.