Camiri Resto-bar

Comimos menú de 15 euros. Las porciones eran muy pequeñas, de hecho la parmigiana de berenjena y el helado de pistacho en tres bocados desaparecieron. Sin embargo en sabor estaba todo muy rico. La atención muy amable y servicial lo que da mucho gusto. El local muy acogedor, espacio íntimo y tranquilo. Tiene terraza. Una pega: la puerta del baño no cierra.

Gran descubrimiento en la zona de Abastos. Ambiente tranquilo a pesar de que el restaurante se llenó. Servicio amable y atento sin ser pesado. Los niños tienen apaño con unas excelentes hamburguesas, gruesas y sabrosas. Para los entrantes, tienes opciones más clásicas junto con otras como el puerro asado y horneado con mayonesa de trufa o el tartar de fuet, que nos sorprendieron mucho y bien. La carne estaba deliciosa también. Para el postre quizá le daría una vuelta al pan con el que hacen la torrijas. La tarta de queso con mango excelente. Total, unos 25€/persona. Muy recomendable.

Uno de los mejores lugares para comer en Valencia, sin dudas. No tiene nada que envidiar a otros sitios en cuanto a calidad y sabor. Probamos las croquetas (hoy de carrillera ibérica) y el provolone como entrantes, como plato fuerte: la hamburguesa. Todo riquísimo, pero esta última es excepcional. Como postre pedimos la cheesecake de dulce de leche y, sin palabras. Le pega mil vueltas a otros locales reconocidos por sus tartas/cheesecake los cuales, luego de probar el de Camiri, determinamos que es el mejor que probamos hasta la fecha. La atención por parte de los camareros es muy amable y servicial, en especial Nico, pero todos están pendientes de lo que necesites. Además de que el servicio es super rápido, comida recién salida del fuego a tu mesa que da gusto probar. Es un sitio que vale muchísimo la pena visitar.

La comida muy buena, a excepción del pan de pueblo que vino chicloso y dificultoso de comer,la Ajada de Bacalao, bueno, la Berenjena Asada me gustó,con la crema láctica y kimchi, la entraña perfecta y el postre delicioso. Empezamos cenando muy bien aunque luego se llenó el saloncito mas pequeño que tienen adjunto, de grupos y ya el ruido era un poco molesto para nuestra conversación, nos ofrecieron otra zona mas tranquila a la próxima.

Hay que ser claro, la comida está buenísima, y eso que no he probado las hamburguesas que me han recomendando. Recomiendo las croquetas, textura y sabor perfecto, hemos probado la de carrillera y atun; el provolone y las bravas muy buenas. El trato es muy bueno, puedes pedir sugerencias y te atienden perfectamente. Lo recomiendo mucho. El camarero Nico una autentica maravilla.