Restaurante Belmonte Valencia

Un buen sitio para comer producto de calidad, la comida muy muy buena! Nunca habíamos estado y nos sorprendió gratamente, se ha convertido en uno de los mejores restaurantes que puedes ir en Valencia a comer comida de calidad. Nos queda pendiente muchos platos por probar. La paletilla de cordero con un sabor supremo y se deshacía de lo tierna que estaba, las cocochas de bacalao increíbles, gambas al ajillo, calamares y chuletas de lechal… todo un 10! El servicio y la atención muy amables, pese a tener todo el local lleno estuvimos muy atendidos, Quique que fue el que nos atendió y aconsejó un encanto.

Buen sitio, Comida muy muy buena, Cometieron un error con la carrillada que se les fue la mano con la canela y no se podia comer, y no lo hicieron de nuevo ni lo descontaron. Tambien pedimos piña de postre para una niña y venia con el tronco del centro a un precio no razonable. Chuleton, chuletas y entrantes de calidad

Es un restaurante con todas las letras. Mesas bien vestidas con manteles de tela, personal atento y amable, ambiente acogedor, comida excelente... Pedimos dos menús de lechazo, nos ofrecieron varios vinos, nos decidimos por un tinto valenciano, Les Alcusses, muy bueno. No tuvimos que esperar apenas a que saliera el primer entrante: anchoas sobre un tomate natural triturado con toque de ajo, delicioso. Enseguida llegaron las croquetas de ibéricos y la morcilla de Burgos; las croquetas muy sabrosas, crujientes por fuera y melosas por dentro; la morcilla de Burgos no defrauda, bien frita. Después salieron a enseñarnos el lechazo para que viéramos la pieza y se la llevaron a trinchar. Es como teletransportarte a Aranda del Duero, perfectamente hecho, en su punto de sal, con la piel crujiente, la carne se deshace... Delicioso. Viene acompañado de unas patatas fritas casera muy buenas y una ensalada de lechuga, tomate y cebolla. De postre pedimos para compartir una torrija de horchata acompañada de helado de vainilla. No esperes el sabor a torrija tradicional porque no tiene nada que ver, aún así, nos gustó mucho. También pedimos dos cafés. De verdad que es muy de valorar la velocidad con la que traen todo, no hay esperas. Como cortesía nos ofrecieron chupitos, una amplia variedad. Disfrutamos de una gran cena, ambiente tranquilo y un servicio impecable. Altamente recomendable. Enhorabuena de nuevo a la cocinera.

Cumpleaños de mi hijo, y fuimos para saborear el lechazo que te ofrecen en este estupendo restaurante. Menú de lechazo con entrantes a elegir, con un precio ya pactado en carta. 3 elegimos el menú y mi esposa bacalao a la plancha con guarnición. Al centro una ensalada Belmonte muy buena. El bacalao buenísimo y de guarnición una buena ensalada. El lechazo para compartir con bastante cantidad y nos ofrecieron elegir cuatro entrantes. El esgarraet muy bueno, las croquetas de ibérico extraordinarias y el tomate frito con carne, se deshacía en la boca, de la morcilla de burgos no digo nada, pues a mi no me gusta. El vino que incluye el menú es un Ribera del Duero muy decente, y luego el café,; no quedaba hueco para el postre. Absolutamente recomendable, y para volver muy pronto.

La comida exquisita y el servicio muy amable. Sugeriría que al llenarse el restaurante cambiaran la climatización ya que cuando llegamos no había casi gente y se estaba fenomenal pero al rato con el restaurante lleno faltaba oxígeno y sentí agobio. Son detalles que se deben cuidar y asesorarse respecto a este tema. Por lo demás un sitio excelente para comer bien y salir satisfecho. Volveremos.

La comida es espectacular simplemente lo único que cambiaría son las patatas paja, pienso que es un típico y buen acompañante de una buena comida. El ambiente es tranquilo y agradable. El servicio sinceramente me parece todo perfecto pero hay un dato que me parece muy importante y es la atención del camarero, creo que tiene que estar un poco más pendiente de las mesas, por todo lo demás perfecto.