Asador La Vid

Sitio muy recomendable, fui a comer con amigos y todos salimos encantados. Local muy tranquilo, con un salón amplio y bien ambientado. Servicio muy atento de principio a fin de la comida, el trato de los camareros fue excelente. La comida espectacular, empezando con unos entrantes muy ricos, pero en especial sus carnes premium y cocinadas al punto perfecto. Recomendadísimos sus montaditos de steak tartar con huevo, pulpo a la brasa y chuleton de vaca gallega madurada. También disponen de una amplísima carta de vinos y whiskys. Precio más que justificado por su servicio y producto de calidad. Seguro repetiré para una ocasión especial. 5/5⭐

A nivel de carne de lo mejor que he probado en Valencia sobretodo el chuletón de maduración 65 días espectacular y lo demás muy bien tradicional pero con algunos cambios nuevos en cocina artículos sorprendente Con una bodega de vino impresionante mente muy variada y de muchísima calidad el personal que te recomienda vinos o te atiende está muy puesto en el tema el precio depende lo que tú consideres caro por la calidad que te dan Seguimos viniendo después de tantos años y todo esta incluso mejor

Hoy he celebrado una entrañable comida familiar, en un restaurante "de los de toda la vida", al que, sin embargo, no había ido nunca y eso que está a 5 minutos de mi casa. ¡Imperdonable! El local es amplio, elegante y tranquilo, con una magnífica acústica. Mantel y servilletas de hilo. Cristalería y cubertería de calidad. El servicio excelente y la comida deliciosa. No se puede pedir más. Además, cuentan con un agradable y luminoso reservado, con capacidad para unas 15 o 20 personas. Hemos comido de maravilla: De entrada, alcachofas y espárragos blancos de temporada a la brasa, calamar de playa, también a la brasa y ensalada de tomate y ventresca. Todo delicioso. Y después un par de arroces: Una paella valenciana con alcachofas y un arroz meloso de ambas y boletus. Los dos de orejas y rabo, como la faena de Morante del otro día en La Maestranza. Es un Asador y, por tanto, la especialidad de la casa son las carnes y pescados a la brasa. Los arroces también están en la carta, pero los hacen sólo por encargo. No quiero ni pensar como estarán esas carnes y pescados a la brasa. La bodega está a la altura de todo lo demás Hemos tomado un Casa Don Ángel, elaborado en mi pueblo, con nuestra uva autóctona (bobal), por la familia Martínez Bermell, que estaba redondo y con una temperatura de servicio perfecta. De postre, Torrija con helado de dulce de leche y tiramisú. Para chuparse los dedos. Café Illy y, para terminar, un delicioso chupito de licor de arroz, de elaboración casera. Mención especial para Alejandro, el propietario y Maître, y para Martín, que nos han atendido de maravilla. Relación calidad/precio/servicio sobresaliente. 10/10 Os lo recomiendo con entusiasmo

Mi nuevo sitio favorito para comer carne. (No sólo tienen carne, pero yo fui a eso). Es un lugar caro, pero pagas lo que te comes, calidad extrema. Cenamos muy bien y muy agusto, la atención y servicio un 10. Empezamos con los montaditos de steak tartar con mini huevos, últimamente en las reseñas siempre digo que los steak tartar están flojos o normalitos, hoy me he dado cuenta que no era cosa mía; pues en este sitio hacen el mejor steak tartar que he probado, increíblemente bueno. Las croquetas de ave e ibérico están bastante buenas pero no son ninguna locura; y los torreznos que tenían fuera de carta muy bueno también. El chuletón de vaca madurado +65 días, que salió perfectamente atemperado (cosa que parece que a otros restaurantes les cuesta mucho hacerlo y toca pasar los trozos por la piedra estropean la experiencia del poco hecho), fue un espectaculo comérselo, top 2 que haya probado. La maduración era mucho mayor de lo indicado en carta, fácil de detectar por aspecto y sabor. Era perfecto, la presencia de sabor a carne era espectacular, no se veía dominada por la maduración incluso siendo ésta muy presente. Por no hablar de la infiltración, altísima, apreciable incluso ya pasado por la brasa y servido en la mesa. Sin ser siquiera rubia gallega es considerablemente mejor a cualquier VRG que haya probado en otro sitio, no entiendo cómo, pero así fue.....creo que ésta era vaca frisona. No me quiero imaginar cómo tiene que ser el chuletón de buey en éste establecimiento, sin duda algún día volveré para probarlo. Los postres: la torrija estaba buenísima con una costra de caramelo quemado que le da una textura brutal, siendo blando y crujiente al mismo tiempo. Y los hojaldres de tocino de cielo bien sin más. El cremaet muy bien hecho. Nota: 9,5/10 Volveré para probar más cosas sin duda.