Maco Healthy Bar

Queríamos algo un tipo de cocina más orientado a la comida sana y reservamos aquí mesa para dos. Situado en el centro de Valencia, en el distrito de Ruzafa, es un local no muy grande pero bien distribuido, con decoración no muy cargada pero que hace del lugar un sitio acogedor. La atención es muy buena, muy atento todo el personal a que todo esté bien, el personal es gente joven y que se nota le gusta su trabajo. Nos invitaron a un chupito de melón y pepino con un toque de albahaca, muy fresquito, ha entrado de lujo. Pedimos 3 platos de la carta para compartir, carpaccio de gambas, pollo con almendras y "pulpaco", los tres deliciosos, si bien el pollo es un plato más común, el que más nos ha gustado de los tres ha sido el carpaccio, simplemente espectacular, menuda mezcla de sabores... De verdad, extraordinario, aún sigo pensando en él, ojalá pudiera comerlo todos los días... De postre pedimos la fake cheesecake para compartir también, si miráis los ingredientes parece mentira que luego tenga el sabor que tiene, me dejo para la vuelta probar todos los demás, porque ha sido la elección más comolicada (habríamos pedido los 4 que tienen en carta). Un agua y una clara de limón para beber, y una infusión para terminar. Precio unos 25€ por persona, ajustado a la calidad y cantidad de la comida. Volveremos.

Buena recomendación nos hicieron para ir. El sitio no es muy grande, tiene pocas mesas así que a lo mejor conviene reservar, aunque cuando fui quedo una libre. Es bonito, limpio, agradable... Los camareros muy majos, aconsejan bien si tienes dudas de qué pedir. Luego lo que es la comida en si, pues me encantó, las raciones tampoco son muy generosas, pero bueno son estándar. Lo que si es de 10, el sabor, las texturas, las combinaciones... Tiene como curiosidad que en la carta ves los ingredientes, calorías y macros de cada plato. Por poner una pega, pasaba igual demasiado tiempo entre plato y plato.