The Sushi Room

Fuimos a cenar un viernes por la noche y nos encantó todo lo que pedimos. El único punto negativo es que sólo había dos camareros para todas las mesas que habían y no daban abasto, nos iban a tomar nota del postre y preguntamos una cosa, fueron a preguntarla a cocina y se les olvidó volver con la contestación y tomar nota de los postres, nos tocó volver a llamar a la camarera después de un buen rato esperando. Y para pedir la cuenta igual, la pedimos y se les olvidó y al rato tuvimos que volver a avisar. Creo que para los fines de semana deberían tener más personal. Por lo demás todo bien.

Sabores de locura. Muy recomendable. Sin duda uno de los mejores restaurantes nikkei de Valencia. Además, la calidad de los entrantes esta a la altura del sushi. Empezamos con unas gyozas de rabo que, sin duda, son las mejores que hemos probado. El ceviche tibio de pulpo es una auténtica explosión de sabor, con una alucinante base de salsa huancaína y un pulpo a la andaluza que se deshace en la boca. Continuamos con el sushi. Pedimos varios tipos, a destacar el okinawa y el crispy crab, con una fusión de sabores increíble. Para acabar probamos la cheesecake japonesa que también fue una de las mejores tartas de queso caseras que hemos probado. Sin duda es un restaurante que consigue que te sientas como en casa y puedas disfrutar de la calidad del producto. Muchas gracias a Jessica por su gran atención.

Muy recomendable. Hemos ido en varias ocasiones y nunca defrauda. La calidad precio es acorde, aunque quizá podrían poner alguna pieza más en los Niguiris o en los Makis. Recomendamos el New París para los amantes del foie, las gyozas de rabo de toro y el Niguiri de Toro soasado o trufado. ¡Volveremos!

La segunda vez que vengo a este restaurante y ninguna pega...hemos pedido Nigiris hotate, toro soasado y spicy salmon//Futomaki vegetariano//Uramaki Oslo roll, Paris, crunchy brie y dragón//Trio creme brulee//Helado de jenjibre...todo estaba bueno pero el helado de jenjibre no es de mi gusto..la próxima vez me pediré el de té verde para ir a lo seguro.. repetiré...

Un trato ideal con todos los camareros, estuvieron muy atentos todo el rato, nos preguntaron si queriamos guardar los cascos para que nos nos molestasen, nos hicieron muy buenas sugerencias y que decir de la cena, nos encantó. Estaba todo exquisito pero a destacar el tataki de rubia gallega, el nigiri de vieira, la ventresca de atun que parecía mantequilla en la boca y el contraste de sabores de los makis que se llaman París.