Tinto Fino Ultramarino

Lugar muy acogedor para tomar unos vinos y unas tapas por el Carmen. Pedimos que nos recomendaran y todo un acierto. Probamos las albóndigas de gambas, el hojaldre relleno de pato y manzana, la parmiggiana, el canelón de rabo de toro y la tarta de queso de postre, y sinceramente no sabría elegir porque estaba todo tan bueno. Muy encantadores los dos chicos italianos, recomendable 100% (recomiendo reservar ya que no es un sitio muy grande y se llena).

Vinos excelentes que acompañan un ambiente también de 10. El servicio es muy amable y recomienda bebidas según tus gustos, conmigo acertaron mucho recomendándome el vino Pecorino. Por otro lado, se nota que está todo hecho con muchísimo mimo y es casero. Recomiendo encarecidamente el hojaldre de pato.

Me llamó la atencion porque pasa inadvertido, ya que está justo delante de un restaurante con mucha afluencia. No teníamos sitio donde cenar y descubrimos este lugar. Nada más entrar, encuentras que el personal es muy amable cuando le preguntas para cenar, algo contrario a lo que te encuentras en el resto de restaurantes de la calle o el que hay justo enfrente, que por ser fin de semana y con muchísima gente están cansados y te hablan fatal, pero aquí notas que están encantados de recibirte. Preguntamos por una mesa para 4 y nos pasaron por la parte trasera del bar y llegamos a un cálido comedor donde nos sentaron en una mesa alta. Pedimos una mixta del chef, una tabla de embutidos deliciosos y muy completa. Luego siguieron unas bravisimas, unas patatas bravas de toda la vida pero hechas de otra forma y eso sí, bravisimas!!!! También pedimos una piadina clásica y para finalizar unos huevos rotos con trufa. Nos aconsejaron un vino blanco de la zona muy rico y quizás lo único que veo pendiente de mejora es que no tienen botellas de agua grande, son muy pequeñas, para una persona. Si sois 4 hay que pedir muchas botellas. Pero el lugar, la comida, el ambiente y el servicio es de 10. Muy recomendable!!!! Gracias por esta fantástica cena!

Sitio encantador que guarda la estética de un local de toda la vida con la calidez de la madera y una decoración acogedora sencilla pero con gusto que hace que te sientas como en casa. El servicio muy atento, no teníamos reserva y nos atendieron muy amablemente aunque estaban llenos. La comida italo-española estaba muy buena y la tarta de queso espectacular. El dueño muy amable y pendiente de todos los detalles. Para repetir. Buena carta de vinos.

Local italiano muy bien situado en el Carmen. Con una ambientación divertida y variada. Tapas frías y calientes muy variadas y selección de vinos tanto nacionales como internacionales. El trato de los camareros es muy amable y te ayudan siempre con la elección de la comida y las cantidades. Si tengo que poner un pero es que no sirven las copas en la mesa.