La Cepa Vieja

Habemos idos a cenar a la cepa vieja y habemos quedado sorprendidos por la dualidad y la cura de cada uno de los platos, todo con productos a km 0 y todo tan rico que al fin no podía elegir cual es mi favorito, hermoso que el chef mismo va s la mesa a explicar cada plato. Desde la entrada hasta los postres todo muy rico. Todo ese menú por solo 25€. También el lugar es hermoso, con una cantina a vista tras una pared de vidrio y muy buena las recomendaciones de vunos

Pedimos el menú de 4 platos. Fue todo una maravilla y riquísimo desde el primer bocado hasta el último. Una muy buena recomendación de vino que acompañó de maravilla toda la comida. Un ambiente más que agradable y tranquilo y un trato de ambos maravilloso. Nos sentimos muy agusto volveremos seguro. Maravilloso 🤩

No tengo por costumbre hacer valoraciones, pero nuestra visita a La Cepa Vieja merece una excepción. Encontré el sitio por casualidad y aunque no soy un gran fan del vino el concepto me llamó la atención. A primera vista el sitio es pequeño, pero muy bien aprovechado, limpio y bien decorado. No existe una carta como tal, el menú es cerrado y los entrantes dependerán de la elección del cocinero, elegiremos el plato principal y el postre. Si bien esto puede echarnos para atrás hay que tener en cuenta tres grandes puntos positivos, la seguridad de que los producto son frescos, el conocimiento de la materia prima con la que se trabaja y la dedicación que se le pone a cada uno de los platos. Cecilia se encargó de recibirnos, nos explicó como funcionaba el menú, que platos lo componían y nos recomendó un buen maridaje para para plato. La cocina está dirigida por Raul y está totalmente a la vista (Está separada del pasillo por un cristal) lo que demuestra la seguridad y la tranquilidad que tiene a la hora de trabajar. Cada vez que nos presentaban un plato se molestaban en explicarnos paso a paso sus componentes y el método que se había seguido para hacerlo, de la misma forma nos presentaron en mesa los vinos que mejor maridaban según su recomendación. Conocimiento del producto, implicación con su trabajo y profesionalidad, puntos a tener en cuenta en un buen anfitrión. Los entrantes fueron alcachofas confitadas con jamón, dos mini hamburguesas vegetales (una con setas shiitake y remolacha y otra con espinacas y brocoli) junto a una mahonesa de encurtidos, los principales pluma de secreto ibérico con patata, ravioli de calabacín y los postres crema de limón con jenjibre y tarta de chocolate. Los vinos fueron uno blanco Pieles Doradas y un tinto Rayuelo. A pesar de que no soy un amante de la verdura cada plato fue un acierto por lo que le dije a Cecilia que felicitase a su marido Raul por la comida, el cual a los pocos minutos salío de la cocina, vino expresamente a nuestra mesa con una sonrisa en la cara y se aseguró de que estabamos contentos con sus platos. Son estos pequeños detalles los que demuestran la implicación de esta pareja en que sus clientes salgan satisfechos de su casa. En total poco mas de 53€ por los dos menús con suplemento por la pluma, dos vinos, una coca cola y dos cafés. Para acabar decir que en hosteleria la excelencia se define como la capacidad de los proveedores de servicios para cumplir constantemente y en ocasiones incluso superar las expectativas de los clientes. En nuestra primera visita habéis demostrado excelencia superando nuestras expectativas y dejando claro el amor que le tenéis a vuestro trabajo. Muchas gracias a ambos.

Un buen sitio para darte un capricho, lo visitamos porque era un regalo-experiencia sino nunca habría encontrado el sitio. Es un sitio para probar vinos sobretodo, la comida muy buena pero escasa, yo me quedé con hambre... La camarera super amable y el ambiente muy bueno. Repetiría para alguna ocasión especial...

Gran selección de vinos. Buena cocina. Platos sin florituras pero con mucha verdad. Cocina auténtica y sabrosa. ¿Qué vale la pena en este restaurante? Pues el cuidado en la elaboración de los menús, la buena selección de los ingredientes, la seguridad de que vas a beber buenos vinos, la exquisitez con que Cecilia trata a los clientes y el buen ambiente que se respira. Es decir, todo vale la pena en La Cepa Vieja

Anoche fuimos a cenar a la cepa vieja, organizamos nuestra cata mensual con el mismo formato de siempre, cuatro vinos en cata a ciegas qué valoramos y luego comentamos Nos pusimos en manos de Ceci y Raúl que nos elaboraron un espectacular menú degustación perfectamente maridado con vinos sorprendentes elegidos de su bodega. El servicio de Ceci fue excelente con un trato muy cercano y sobresaliente. Nos explicaban todos los platos y los maridaban con vinos siguiendo con el juego de cata a ciegas y cada dos vinos los destapábamos y los comentaba Raúl La comida fue buenísima con mucho producto de temporada y mezcla de sabores. El plato que para mí mejor estaba y sobresalía fue el salmón, impresionante. El nivel de vinos altísimo con muchísimas referencias distintas y sorprendentes. La rcp inigualable. La verdad es que he estado muchas veces en este restaurante y puedo decir que siempre el trato y la calidad ha sido de 10, pocos sitios en nuestra ciudad cuidan tanto El mundo del vino como ellos acompañado de excelente comida Hoy creo que cumplen 17 años y eso es lo que me ha animado a escribir esta reseña para felicitarles y desearles otros muchos años más gracias al buen trabajo que hacen Enhorabuena y muchas felicidades

Exquisita comida, productos frescos de calidad y preparados con mucho cariño y esmero. La cena vieja es de esos restaurantes en los que consiguen sorprenderte con cada plato y que te guste cada uno de ellos, sin excepción. Tienen un menú degustación muy bien de precio, comida sana y casera, también nos han conquistado con el postre, de nuevo casero y muy logrado. Lo recomiendo 100%, tanto para cualquier celebración cumpleaños, aniversario o simplemente para disfrutar de una buena cena. El sitio limpio y muy acogedor.

Habíamos pasado por aquí un par de veces y nunca hay mesas. Entonces llamamos para reservar mesa. Cada día hacen un menú cerrado (25€), es decir no hay carta ni nada que puedes elegir. No sabíamos que cuando haces la reserva deberías decir lo de alergias o dieta (vegano) pero por suerte el menú era sin gluten. El menú incluye cuatro platos y postre o café. Tienen una buena variedad de vinos, si te llevas un té han un descuento. Comimos un plato de causa limeña, un tipo de ravioli con salsa de calabaza pero en vez de pasta era calabacín pero wow tenia textura de pasta fresca. Luego era un plato de presa fría con una especie de albóndiga de berenjena. Por último era prensa a la brasa. Estaba riquísima tan tierna !!!! No probamos los postres pero seguro que estaban buenos. Volveremos a menudo!!