Mesón Molinero

Para comer pinchos de lechazo. Si estas de visita por Valladolid es muy recomendable probar los pinchos de lechazo: lechazo a la brasa de sarmiento y Traspinedo tiene la fama de servir los mejores pinchos bien merecida. Comimos unos pinchos de lechazo acompañados de un ensalada y ribera de duero.Una combinación ganadora. De postre tarta de piñones, suave nata con caramelo y piñones,muy rica. Servicio: Atento, rápido y familiar. Local: Clásico mesón castellano con alguna reforma. Relación calidad precio: Buena, por la excelencia del producto. El único pero es para los olafatos finos que no quieran oler a brasa, ya q la chimenea comunica con el comedor. Si que repetiría. Cuidado con el cruce para llegar a Traspinedo, no despistarse. Parking: Es un pueblo, es fácil aparcar sino justo a la salida. Accesibilidad: Local a pie de calle.

Pasando unos días porla zona nos han llevado a este restaurante en Traspinedo a comer los pinchos de lechazo que es su especialidad,una maravilla para el paladar, sus postres también, su tarta de piñones , la ensalada de la casa ,el queso, el chorizo y las croquetas riquisimas todo de 10 . Calidad precio

Si quieres probar los mejores pinchos de lechazo, no hay otro lugar como traspinedo. Y, al menos en 2023, Mesón Molinero se lleva el premio a mejor pincho de lechazo de España. Comimos 4 personas por menos de 120 euros, y quedamos muy bien. Un par de pinchos, media de chorizo, una de jamón, una de queso y una ensalada. Quedó sitio para un par de postres a compartir y cafe. Con eso disfrutarás de un auténtico almuerzo castellano. Muy recomendable.

Qué le pido a un restaurante: primero, calidad de la comida; segundo, la atención del personal y por último, que me encuentre a gusto. Dicho ésto, 5 estrellas como 5 soles!!! Fuimos por recomendación, lo que últimamente me provoca disgustos porque voy con muchas expectativas y al final no se cumplen, pero no fue el caso. Nos encantó el restaurante desde que entramos, por lo bien que nos atendieron durante todo el tiempo que estuvimos, por el local, en plan meson, simple pero muy agradable y por la comida, que fue excepcional: unas croquetas de aperitivo, una ensalada de tomate, lechuga y cebolla, los pinchos y la tarta de piñones. Sublime!!!

A veces lo que mejor funciona es lo más simple, un menú reducido, pero bueno o muy bueno y un ambiente de mesón y de rebumbio propio de un mesón donde la gente va básicamente a tomar pincho de lechazo y tarta de piñones. El pincho bien, algo salado para mi gusto y sin llegar a la excelencia, pero por poner el listón muy alto y la tarta por decir algo un poco cara. El servicio bien, sin ninguna queja ni ninguna cosa extraordinaria y el ambiente un poco elevado de tono, pero no te das cuenta, porque disfrutas de la comida. Sobre 25€/px . Para repetir de vez en cuando.

El lugar está genial, muy espacioso y agradable. La comida es muy sencilla en cuanto a variedad, lo cual lo hace estupendo, y de calidad y sabor espectacular. El vino de la casa servido en jarras de barro muy bueno también. El servicio bastante correcto y rápido. En cuanto a precio, la verdad es que está muy bien, teniendo en cuenta como está el lechazo en tienda actualmente (2022), el pincho sale genial calidad-precio. Repetiré sin duda. 👍