❌ Empecemos destacando puntos negativos: ➡️ El costillar estaba sobresalado, no tenía un porcentaje de grasa adecuado, apenas había carne y esto hacía que estuviera seco. La salsa para nada sabía a barbacoa y la sal era muy alta, hasta el punto de doler la garganta al tragar. Sin ningún problema se ofrecieron cambiar el plato. ➡️ Otro punto en contra, la parrillada de carne tenía también exceso de sal y la carne no destacaba como uno se espera de un sitio así. ➡️ Los postres, nos pedimos para compartir el que ofrecen para varias personas y también individuales. Probamos todos básicamente y son postres demasiado normales, no llegabas a percibir esa sensación a casero como se describe. Muy pobre la bandeja a compartir de postre con una única bola de helado, un pelín de fruta y algo más. ➡️ Por último, croquetas caseras y grandes, pero sabían mucho a bechamel sin dejar lucir el sabor del que era cada una. ⭐ A destacar: ➡️ El entrecot estaba en su punto, al punto de sal y con una salsa roquefort buenísima. ➡️ El cordero a la brasa era increíblemente grande y sabroso, se despegaba del hueso con tan sólo mirarlo. ➡️ Pan con tomate y alioli, buenísimo. ➡️ Tabla de jamón y queso de calidad. ⭐ SERVIO DE 10, camareros/as súper atentos, agradables, con una simpatía que da hasta pena irse del lugar.