Restaurant Kalinka

Hemos acudido a este restaurante en tres ocasiones (a lo largo de dos o tres años). Las tres veces el dueño nos demostró ser una persona muy atenta y agradable. El local es sencillo, sin pretensiones de ser lo que no es. El menú es económico y sencillo, pero representativo de la gastronomía rusa, con buen sabor y buenas raciones. El último día que fuimos esperamos un poquito mas de lo habitual, pero era comprensible ya que era sábado y había bastantes mesas, y hay que tener en cuenta que el negocio esta llevado por un pareja, de todas formas es evidente que no es un local de comida rápida y la preparación de la comida toma su tiempo, tiempo que se puede invertir en probar sus cervezas "Baltica". En definitiva, buen trato, buen precio, buenas raciones, por lo que es un buen sitio para comer de forma habitual o introducirse en la gastronomía rusa por probar algo distinto.

Un lugar agradable con comida rusa casera y muy rica. El dueño encantador y pendiente en todo momento. La ensaladilla con arenque espectacular... cuidado con la mostaza casera picante... todo un reto... Muy bien de precio su menú diario. Cierra los lunes por descanso, para que no déis dos viajes... por experiencia...

Primero decir que el dueño que hace de camarero es encantador, nos explicó todo lo que queríamos saber. Totalmente recomendable para sumergirte un pequeño momento en Rusia. Comida típica rusa a precios increíbles super baratos al final nos invitó a un chupito de vodka típicamente rusa, extraordinaria. Si pasamos por allí volveremos.

Una verdadera sorpresa este pequeño y acogedor restaurante, algo escondido, eso sí. Su propietario, Vladimir nos dispensó un trato amabilisimo, explicandonos cada plato, cada detalle del local. La comida absolutamente casera, con un estupendo menú de noche que nos permitió conocer nuevos sabores e ingredientes. Lo mejor sin duda la relación calidad-precio. En definitiva SUPER RECOMENDABLE. Sin duda repetiremos.

Un sitio muy recomendable para descubrir la gastronomía rusa. La comida es totalmente casera y a unos precios muy asequibles. Vladimir, el dueño, es encantador y una persona muy amable: nos ha explicado todo con respecto a los platos que íbamos pidiendo y ha sido muy atento con nosotros. Sin duda alguna, es el sitio perfecto para cambiar un poco del típico chino, kebab, o tapas a la hora de ir a cenar. Lo recomiendo mucho. Volveremos pronto

Coqueto restaurante de comida rusa. El dueño es muy amable. Cuentan con un menú de 12 euros que incluye entrante, principal y postre. Se trata de cocina casera tradicional. La ensaladilla rusa con arenque está exquisita. La tarta de miel también muy rica. Disponen de cervezas rusas. Suele ser tranquilo, aunque en ocasiones hay karaoke.