Moliere Playa

He pasado una tarde estupenda, desde el primer momento me sentí muy bien atendida (me atendió Gaby para asignarnos una hamaca) los precios de las hamacas me parecen super accesibles, luego al momento de pedir cócteles estaban muy buenos y ademas bien de precio, el camarero Fouad estuvo muy pendiente que estuvieramos cómodas, la atención excelente y muy fluida. Sin lugar a dudas, lo recomiendo para un tardeo, no tuve la oportunidad de quedarme por la noche pero seguro que estará muy bien también.

Fuimos a pasar el día en la playa para disfrutar de las hamacas que tienen frente a ella. Atención de lujo he de decir, son todos muy amables. Después comimos y la comida como siempre muy rica, con especial mención al pollo a la brasa. Pasamos la tarde y fuimos a ducharnos para volver a tomar algo porque había Dj. Nada más entrar la chica se fijó en que habíamos estado pasando el día y tuvo el detalle de no cobrarnos entrada. En fin, ambientazo y buen servicio.

Lugar ideal para ir a comer si estás por la zona de Playa de los Álamos. La comida es excelente, con un servicio rápido, amable y atento. Eso sí, desde un primer momento se nota que es un sitio donde no se puede echar una sobremesa tranquila después de los postres. Tras la comida se pueden tomar cócteles y demás en la zona chill-out. Además, por la tarde se puede disfrutar de buena música. Es necesario reservar ya que suele estar lleno (en el caso de las hamacas hay que hacerlo con bastante tiempo de antelación). En general, un lugar donde repetir en futuras visitas. Fantástico.

El lugar esta muy bien cuidado, por la mañana en el día de playa muy bien… lo mejor sin duda es el encargado de hamacas Gabi, buen servicio, buen profesional y buen rollo… muy currante. Vengo aquí por el trato recibido por este encargado! Por la noche ya no me gustó tanto, los porteros son muy prepotentes y a mi no me trata así nadie, nadie me habla así de esa manera y me fui con mi dinero a otro sitio, ellos se lo pierden!

Segundo año que voy con mis amigas y repetiremos sin duda, la comida buenísima y la atención inmejorable. Saray, la camarera, súper pendiente de nosotras, nos recomendó una sangría de cava buenisimaaaaa ! Gabi, el chico de las hamacas es un amor, cualquier cosa que le pidas, te da eso y más si puede! Se nota que cuidan a sus clientes y además todo lo hacen con una gran sonrisa. Así da gusto ir a los sitios. Por cierto... mañana volvemos, si quieres un sitio para comer bien a pie de playa y con fiesta de tardeo, merece la pena ir desde donde sea, nosotras venimos desde Asturias y ya desde el año pasado teníamos claro que queríamos volver. Enhorabuena por vuestro trabajo!