Taberna Barón De Cútar

Para mi familia y para mi es visita obligatoria cada vez que venimos a Torre del Mar. El lugar es muy tranquilo, la comida es exquisita y el servicio es de los pocos tan cuidados a los que estamos habituados en este pueblo. Tiene una carta muy elaborada y diferente a lo que hay por la zona. Si quieres salir de la rutina del pescado y probar buenas carnes, sin duda este es el mejor sitio. Te vas a sentir super bien atendido; Rafa lo lleva de maravilla y todas sus recomendaciones han sido acertadas hasta la fecha. Para nosotros es 100% recomendable.

Es la primera vez que voy, pero no será la última. Croquetas caseras de verdad buenísimas y variedad de sabores, arroz meloso bastante bueno, salmorejo muy bueno, después he probado dos de sus carnes y muy bien. Yo soy más de lomo bajo pero también tiene lomo alto. Tanto el de retinto como el de pasto buenísimo, con sabor. El servicio ha sido excelente tanto el tiempo entre platos como la atención del detalle. Precio acorde a la calidad y cantidad.

Que queréis que os cuente del Barón de Cutar? Rafa, su dueño, nos hizo pasar un almuerzo realmente inolvidable. El culto a la buena carne se respira en el ambiente, su conocimiento sobre el Elemento, su variedad, su cocción, su elaboración ..., todo hace que pases una velada culinaria espectacular. Si tienes la oportunidad de pasar unos días en Torre del Mar no dejes de ir, al menos un día, al Barón de Cutar. Te encantará el espacio, el trato y sobretodo su carta.

Primera vez en Barón de Cútar. Buenísima experiencia. Salón agradable y poco ruidoso. Vino Nude (tintilla de Rota) de Barbadillo. Un descubrimiento. Entrantes: rollitos de brie con rabo de toro y canelones de carne madurada. Y luego un entrecot de lomo alto muy sabroso. Muy profesionales y amables. Gracias! Lo apuntamos para traer a amigos y familia muy pronto!

Muy buen lugar para disfrutar de carne y platos caseros. Carta muy interesante de entrantes, con muchísima calidad y una buena elaboración. Destaca la carne, de calidad excelente, bien elaborada a la leña y servida en la mesa. El dueño es muy amable, conocedor del producto que tiene y que se nota que ama lo que hace. Un placer tratar con él. Sobresaliente.