Restaurante localizado en el casco antiguo, con encanto y buen servicio. No pueden venir a Tarragona sin pisar este sitio. La comida innovadora, sabrosa, presentación muy buena, y calidad-precio de 10.
La dueña es muy maja y se implica mucho en las mesas
Muy recomendable
El sitio es muy bonito. La atención muy buena. Una pena el bullicio de la gente que hablaba demasiado alto ya que el ambiente presta a ser muy agradable y romántico y eso hacia otro concepto diferente.
INCREÍBLE, llegar en pleno Vasco viejo de Tarragona y encontrar un restaurante con el patio todo cubierto de vegetación es un espectáculo
Estuvimos cenando , los platos que pedimos todos para compartir muy buenos y una presentación muy cuidada
La dueña y la camarera atentisimas en todo momento , pre
Barhaus me impresionó en todos los aspectos. El lugar es encantador, con una terraza al aire libre rodeada de vegetación. El ambiente es romántico, con velitas en las mesas. El personal fue atento y profesional, y los platos tenían una decoración bonita y un sabor espectacular. Aunque vivo lejos, si
Este restaurante es la primera vez que lo visitábamos. Sorprende el amplio patio interior tipo chill out. En verano seguro que se está genial. En el interior se puede ver incluso parte de restos arqueológicos de la ciudad.
La atención es muy rápida, correcta y eficiente.
La comida, nos sorprendió g
Me encantó este restaurante, fuimos sin reserva por desconocimiento pero la camarera que nos atendió a la entrada fue muy maja, buscó la manera de ubicarnos y mereció la pena por mucho. La calidad de los platos exquisitas, fuimos 3 personas y cada una probó uno diferente, desde el magret de pavo, el
Fuimos a probar sin tener reserva y por suerte les habían anulado una mesa a última hora en su estupenda terraza. La bienvenida y trato fue muy agradable en todo momento y el lugar es muy bonito.
La comida estaba muy buena junto con una bonita presentación y los precios son bastante correctos. Sin
Una cena increíble por lo diferentes y agradables que eran los sabores. Las gyozas fueron una recomendación de la camarera y posiblemente fue el plato mas agradable al paladar. Platos muy sabrosos y 5 estrellas merecidas por su calidad/precio.
La terraza es preciosa y las camareros así como la dueña un encanto. Muy romantico aunque puedes ir con familia o amigos perfectamente.
Fuimos en plenas fiestas de san magí con reserva y la verdad que muy bien.
La comida de calidad y bien de cantidad.
Carta muy variada, la atención exquisita. Fuimos el primer día que abrieron después del confinamiento y el cierre no ha hecho bajar el nivel. Una cocina clásica con toques de vanguardia sin alardes. La sencillez se percibe nada más entrar; un patio que en las noches calurosas es una delícia.
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