Restaurant Mare De La Font

Solsona y el Solsonès son un privilegio donde disfrutar de Naturaleza y Gastronomía, un ejemplo es poder iniciar una caminata desde Solsona adentrándonos hasta el Parque de la Mare de la Font donde podemos acabar disfrutando de un Restaurante situado en el Corazón del Solsonès con cocina elaborada de proximidad. Os recomiendo los "Rigatone amb Múrgoles i Cansalada Dpagès" El servicio muy amable y atento en todo momento por parte de Roger y los camareros. Las sugerencias de vino fantásticas y a un precio razonable.

GUAU… sorpresón máximo. Me atrevería a decir que es de los mejores restaurantes en los que he comido. Pedimos balacao con miel y sobrasada y la pilota de Angus con queso. ESPECTÁCULO. Y el postre ya fue de traca: las croquetas de chocolate con salsa de Baileys con choco blanco… mejor postre ever. Volveremos fijo! :)

Todo un descubrimiento en Solsona, la verdad es que por ahora puedo decir que es el mejor de los que he ido de la zona por muchas razones, pero podríamos destacar, la calidad comida, decoración local y amabilidad de todo el personal, destacando la profesionalidad y saber hacer del Roger, que nos explico y resolvió bien en detalle todas las consultas y dudas que nos surgieron en algunos momentos con algunos platos, la cerveza artesana y el carajillo de Baileys, jajajaja. Poco más a comentar, cuando vuelva por Solsona, visita obligada para seguir probando otros platos, disfrutar del entorno y enhorabuena por el trabajo bien hecho!!!

Estupendo restaurante, calidad sin igual, platos bien presentados y ricos, precio muy razonable. Personal atento y rapidez en el servicio. Bonita Ubicación junto a un parque y fuentes. Antes tenían menú pero después de la pandemia ya no, aunque los precios son buenos, era de agradecer la posibilidad del menú.

Es un restaurante exquisito. Nos pedimos varias cosas cómo el canelon, picos de sándwich, albóndigas de carne, bacalao frito con sobrasada, la verdad es que estaba todo muy bueno, se nota la calidad, incluido el postre en que destacaría las "croquetas dulces". El único plato que no gustó fue las tiras empanadas cómo se ven en la foto, estaba bien pero nos esperamos más, eso sí, sólo es nuestra opinión. Si uno se lo puede permitir recomendamos ir al menos una vez a este restaurante ya que los platos son inolvidables.

Cualquier cosa que pueda decir no hace justicia; Empezando por el emplazamiento, un parque de cuento, siguiendo por el edificio, por fuera pequeño, clásico de montaña, pero con un interior reformado con mucho gusto. La atención del personal, la pasión con la que te explican los platos......todo de 10. Y si ya hablamos de la comida, exquisito se queda corto, hacía mucho tiempo que no comía tal calidad, buena cocina y raciones perfectas. Aparte, el precio no me pareció para nada caro, es más, para todo lo que he mencionado, me pareció hasta barato. Pienso repetir sin dudarlo.