Local pequeñito situado en pleno centro de Sevilla. Cuando fuimos tenían una semana temática dedicada a la cocina de los conventos de clausura. La carta, originalísima. Los garbanzos carmelitanos, exquisitos. La atención del personal, fantástica. Repetiremos para probar carta normal. Dentro no hay mesas, pero fuera sí.
El sitio tiene algo especial, la energía es distinta, ya sea por el sonido de los clientes cantando y tocando la guitarra, en definitiva la gente estaba a gusto y eso se notaba.
El servicio del responsable no pudo ser mejor, nos estuvo recomendando tapas y hablando de la historia del cocinero, una persona toda la vida dedicada a la cocina de un convento y que ahora había decidido hacerla extensiva a todos los comensales.
Pedimos ensaladilla perla, que era como una rusa con jamón recién cortado, el sabor de la ensaladilla combinado con el salado del jamón fue espectacular; también pedimos atún en salsa, igualmente riquísimo. Parece secundario pero también quiero destacar el pan que nos pusieron, de miga espesa, tipo pan cateto perfecto para mojar la salsita que iba quedando.
La cerveza la sirven rapido y está helada.
Cada vez que bajemos a Sevilla, visita asegurada !!! Muchas gracias por vuestro servicio.
Fan número 1 de este lugar y por encima de todo de Javi que nos atendió como si fuéramos su famili, te hace sentir en casa. Gran variedad de vinos en copa y las tapas bien servidas, exquisito lo que probamos, recetas de secreto con castaña, chipirón con tomate, quesos, venao con setas. Todo de 10. Va a ser uno de los que frecuentar del centro. Nos ha contado la carta de desayunos y estamos deseando volver.
No suelo poner reseñas buenas, pero el sitio y Javier se lo merecen, todo buenisimo, casero y en el ambiente de Sevilla que se va perdiendo. Gracias a los dos.
La comida es orgánica y los platos riquísimos, cada semana cambia la carta. Yo he pedido un pisto ecológico que estaba delicioso. Por ser san Valentín nos han regalado un clavel a cada comensal. Y por último y no menos importante, el trato del personal ha sido inmejorable. Ubicado en la alfalfa, es la mejor opción para comer bien y echar la tarde.
Fantástico bar de comida poco típica pero de buen cuchareo.
¡Recomiendo probar la sopa de tomate!
Muy buena cocina. La ensaladilla espectacular. Y la carrillada no te la puedes perder. Muy buen servicio de camareros.
Un pequeño restaurante con un buen precio y calidad en el servicio, merece la pena pasar un buen rato en el,yo seguro que repetiré
A pesar de ser visitantes a Sevilla, nos hacían sentirnos como si fueramos "del barrio." La comida, como dicen los demás, muy muy buena y a precios razonables. Fresca, original, y con un toque especial en todo, hasta el pan. Un lugar tranquilo y único.
Comida deliciosa, sitio muy agradable y perfecto para un desayuno tranquilo. Tiene que ír aquí!
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