Juan Duque Oliva
Es de los bares más clásicos de la Alameda y se encuentra en plena forma. Un edificio precioso da cobijo a todo un templo del copeo. Actuaciones a primera hora de la noche algunos días.
Vicky Bascarán
Bar emblemático de la Alameda. Espacio de encuentros para tomar unas cañas o vinos con los amigos. Con decoración a la antigua queremos ofrece un trato amable y desenfadado. Una buena opción tanto para permanecer dentro como en sus veladores en la agradable plaza.
laura toska
Es agradable, sobre todo cuando no hay mucha gente. Está bien ubicado y tiene terracita. Pero no sé porqué la cerveza de barril de este sitio siempre me sienta fatal, me explicaron una vez que eso dependía de como enchufaban el barril y demás. Pero vaya, que me fastidia bastante no poder pedirme una cerveza. El resto está bien.
pedro antunes
El local en si me encanta, con bueno ambiente para tomar unas cervezas ó unas copas, buena terracita y unos conciertos bien chulos de vez en cuando, pero lo bordes que son las camareras cambia todo. Casi te hacen sentir que te estan a hacer un favor en ponerte una bebida.. eso claro despues de te echen cuenta pasado un buen rato. Que pena es lo unico que le falta para ser un sitio de referencia en la alameda. Áh y un baño en condiciones por supesto..
Reinona Chofia
Buen ambiente y los miércoles hay conciertos
Miguel Aneas
Un clásico en la Alameda de Sevilla. Lugar pintoresco donde se mezcla la bohemia del lugar con gente venida de todas partes. Siempre encontrarás a alguien tomando una cerveza y con el que poder conversar aunque no lo conozcas de nada. Si visitas esta parte de la ciudad debería ser tu primera parada y toma de contacto. Muy recomendable.
Jorge García Rojas
Le tengo gran cariño a ese lugar que me ha visto crecer. En donde tomé café con mi Abuela y le guardo grato recuerdo. Pude exponer mis primeros trabajos artísticos y es un lugar maravilloso de encuentros. W
Alba Barajas
Emblemático bar de la Alameda de Hércules ideal para ir con amigos a tomar café o unas copas. El público es muy variado, familias que llevan a los niños al parque de enfrente o los clientes de siempre.
Por las tardes es muy agradable sentarse en su velador con vistas a la plaza y las noches de los fines de semana está muy animado.
Aquí no se ha perdido la esencia de lo que fue la plaza hace años, es un refugio para los nostálgicos.
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