Bendala Brasería

Me ha gustado, hoy hemos comido allí doce personas. Nos han atendido de una manera muy agradable, amables y profesionales, por lo tanto el primer asunto a valorar en un restaurante, muy positivo. Segundo punto, la comida, muy bien también, todo en su punto y con una relación calidad/precio muy aceptable, que es el tercer tema a considerar. Yo solo digo que bien, recomendable si siguen así. Felicidades.

Cenamos allí por una recomendación , y salimos encantados , cenamos las tortillas q estaban muy buenas , también el atún a la brasa q creía q estaría como más seco pero me equivoqué y estaba espectacular , las camareras muy simpáticas y nos recomendó un vino q salí enamorado y también nos recomendaron el coulant de chocolate q se lo pidió mi acompañante y yo la tarta de manzana q fue espectacular, lo recomiendo 100% y

Es un sitio pequeñito pero con un encanto especial, esta decorado muy bonito y te sientes cómodo. El trato del personal es muy bueno, amable y simpáticos y además recomendado siempre cosas ricas. La cocina es exquisita, comida diferente pero espectacular, todo muy rico y muy bien presentado. Probamos varios platos para poder probar más cosas y sin duda cada cual nos gustó más. Calidad precio es más que recomendable.

De la mano del fantástico cocinero sevillano Daniel Bendala nace este restaurante en una ubicación fantástica, a escasos metros de los jardines de Murillo, barrio de Santa Cruz, con muy buen acceso al centro. Comer de la mano de Daniel siempre es un placer y en este restaurante se ha superado notablemente donde la ensaladilla adquiere un valor especial, el ajoblanco de anacardos es para no compartir y las 🥩 carnes son de un nivel extraordinario. Visita obligada y obligatoria para seguir disfrutando de la fantástica carta.

Llegamos a este sitio guiados por las buenas reseñas y nos terminamos de decidir a entrar gracias a la buena atención e interés que pusieron en nosotros los camareros desde que nos paramos en la puerta. Pese a tener la terraza y parte del comedor llenos no dudaron en atendernos y acomodarnos una mesa para 2 personas. Especial mención para Valentina, que fue un encanto durante toda la velada, por profesionales así da gusto ser atendido. La cocina es parcialmente abierta y visible y se notaba que ahí dentro también había gente haciendo muy bien su trabajo, hecho por el cual los platos que pedimos salieron rapidísimo y perfectamente elaborados. En cuanto a la comida en sí, todo lo que probamos nos encantó. Para ir abriendo boca pedimos unas croquetas, en este caso eran de chorizo, no se si siempre son iguales o las van variando de sabor pero estas en particular fueron un total acierto. También pedimos la burrata con spaghettis de calabacin, muy rica y fresca. De segundo optamos por un corte de lomo bajo de vaca madurado de 625g, aconsejados previamente por Valentina, que también tuvo el detalle de sacarnos la pieza antes de cocinarla para que la viésemos y valorásemos. La acompañamos de unas patatas fritas y pimientos del padrón. Para culminar nos dejamos otra vez en manos de Valentina que nos explicó al detalle todos los postres caseros que ofrecen, elegimos un brownie que estaba buenísimo y presenta una textura muy diferente a otros brownies que hayamos probado por ahí, y una deconstrucción de Ferrero que si bien es cierto que está muy rica, al final te puede resultar un poco demasiado dulzón y un poco empalagoso, pero si eres amante del dulce y del chocolate sin duda es el tuyo. Detalle a señalar y que nos pareció de muy buen gusto, acercándose la hora de cerrar del local, Valentina se fue acercando educadamente a cada mesa a avisar a los comensales de que la cocina iba a cerrar en breve por si queríamos aprovechar y pedir alguna última cosa. Sin duda un acierto la elección de este restaurante, más que recomendable su visita y sin duda un sitio al que volver. Gracias a todo el equipo por ese trato cercano, amable y servicial, por el producto que ofrecen y por el mimo con el que lo tratan. Un placer señores!

Un lugar al que volveremos sin duda!! Tanto la comida como el servicio es de 10, para empezar nos pedimos un ceviche adobado de pez mantequilla que estaba espectacular. Tengo que hacer una mención especial a la burrata con espaguetis de calabacín y pesto que estaba riquísima. Para continuar pedimos unos tacos de lagartito ibérico que vimos en el fuera de carta que nos encantaron. El abanico ibérico y las alitas de pollo con salsa barbacoa nos sorprendieron gratamente por su sabor. Por último terminamos con un coulant de chocholate que te lo sirven recién hecho acompañado de helado de vainilla. Estoy segura de que volveremos pronto, no sólo por la comida sino también por el ambiente y servicio tan agradable que recibimos!!