Lola Por Dios

La verdad que una experiencia maravillosa, destacable tanto su tortilla de trufa, brie y jamón como el buen trato y lo agradables que son :). Además, nos pareció que estaba muy bien de precio para tapear y que las cantidades se ajustaban bien a lo que pagas, por lo que muy recomendable pararse a la cañita aquí :) pd: mejor si vais temprano, para no quedarse sin tortilla, porque vuela!

Cenamos en este magnífico lugar sin reserva, tuvimos que esperar unos minutos en lista de espera, pero no demasiado. Mi experiencia fue magnífica, es un local pequeñito pero acogedor y mesas en terraza, el servicio muy amable, era cómo si ya hubiera hablado con ellos antes. Sobre la comida sólo puedo elogiar a la cocina, tapas con mucho sabor, comimos la ensaladilla años 90, con la patata en su punto y un poco de mostaza, muy rica, mencionar la hamburguesa de choco y el flamenquín de pringá con mucho sabor, el airbag de atún semicurado algo difícil de comer de un bocado, pero ese atún está muy bueno y el postre fué la tarta de queso fuerte, con toffe salado, es una tarta de queso excepcional entre dulce y salado, es redondo, para repetir, gracias por la experiencia.

Sitio pequeño y acogedor con una gran terraza, respecto a la comida el flamenquin de pringa no decepciona en absoluto, el variado mixto lobo es muy recomendable y lo que es obligatorio pedir es la tortilla de patatas. Quiero agradecer en especial la atencion recibida por el camarero luis, muy atento y amable.

En plena Alameda, con un ambiente estupendo y lo mejor, muy bien de precio!! No sabría ni decir lo que más nos gustó porque la verdad que estaba todo riquísimo, las croquetas, la tortilla, la morcilla, todo genial, y eso que cuando vimos la carta así de primeras parecía que no había muchísima variedad pero todo lo que tienen está riquísimo. Lo recomiendo muchísimo y sin duda repetiremos.

Bueno, bonito y barato. Un trato muy bueno. Tienes q apuntarte para la terraza, pero dentro no hace falta esperar. La comida muy bueno, nos dejamos aconsejar. Un poco más y nos quedamos sin tortilla, pero conseguimos el último trozo. El vermut muy bueno. Al lado de la terraza tienen un parque para niños.

Gran descubrimiento en la Alameda. Lleva algo de tiempo abierto pero no habíamos ido. El local es pequeño, pero dispone de mesas altas y bajas en el exterior. La decoración interior es muy especial, muy de la tierra. El personal es encantador, los tres camareros que nos atendieron. Nunca los vi con las manos vacías, cuando no estaban retirando platos y vasos, estaban trayendo comida y bebida. Además, trabajan rápido. Las tapas están muy buenas. Tiene un carta con dos partes: chacina y tapas cocinadas. Pedimos varios platos: croquetas, huevo del Lola, punta de solomillo especial (con queso curado), chacina, ensaladilla y hamburguesa de choco. Recomiendo mucho estas dos ultimas tapas. Muy muy buenas. La ensaladilla está muy sabrosa. Los precios están muy bien. Dejo una foto de la carta.