Gastrobar Garganta

Los camareros (Laura y su compañero) que nos atendieron el viernes 30 de septiembre por la noche eran majisimos. Él concretamente que era a quien le correspondía nuestra mesa, súper atento y amable, un encanto. La comida original, bien elaborada, sabrosa y recién hecha. Precios intermedios entre bar y restaurante. Dispone de algunas tapas. Buena calidad de los productos. No tiene aún, nos comentan, carta de vinos, lo cual es poco elegante ir preguntando precios sin poder elegir con carta más íntimamente. Se le perdona porque se excusaron y nos bajaron un poco el precio de la botella. Lugar acogedor y bien decorado.

Magnífico restaurante en todos los sentidos. Todos los platos que pedimos estaban deliciosos, espectacular los chicharrones, los nachos, el wok o el salmorejo de sandía con helado de pistacho. También tengo que destacar el trato cercano y profesional de los camareros. Además, tiene una buena relación calidad-precio. Repetiremos seguro.

Ahora estoy descubriendo los Bermejales culinariamente hablando por su amplia oferta gastronómica y este nuevo sitio estaba en mi lista por las buenas reseñas. Tiene una carta interesantes (un pequeño recorrido por el mundo ) precios medio y buena presentación. Lo que probamos estaba muy sabroso, Repetiré porque me he quedado con ganas de probar más platos

Fuimos con un cupon de ofertplan y la verdad es que el sitio es bonito, los camareros muy atentos y la comida excelente. Me pusieron una carrillada de las mejores que he probado, y la presa super rica también. Es un gastrobar así que lo ponen muy bien decorado, pero es cierto que la cantidad no es mucha como suele pasar en este tipo de sitios. La verdad es que no tengo quejas, no puedo hablar de precio porque como he dicho cogí muy buena oferta, pero la calidad es buena.

Calidad, buena atención y buen vino. Lógicamente es un sitio para degustar platos con matices exquisitos y saborear, no para hartarse de comer. Me quedo con las gyozas y la brioche de pringá! El punto de la carne magnífico (se agradece que nos lo preguntaran al pedir el plato). En definitiva, experiencia muy recomendable.

Sitio pequeño, pero coqueto. No cierran cocina, así que da mucha tranquilidad. Pedimos foie con tres trocitos, ( bueno y pelín caro de entrante 12€), tallarines tipo wok( exquisitos) y brocheta de pulpo a la brasa,( muy bien presentado). Chupito de regalo muy curioso. Personal muy atento, podríamos volver

Con los años te das cuenta que es preferible a la calidad que a la cantidad, aunque no quiero pasar hambre como en ciertos restaurantes que van de modernos, en este local está medida esa proporción para que experimentemos sabores distintos y nos preocupemos en observar detenidamente la preparación de cada plato y los pequeños detalles. Los cuales, como se observa en las fotos, son singulares y diferencia a la competencia del lugar, especialmente en el sabor pues un plato puede ser muy bonito pero lo importante es sentir placer cuando discurre por tu boca. Buena atención del personal y buena decoración del local, se nota que han empezado con ganas. Las copas de balón tamaño gigante son algo no visto en otros lugares, lo que si aconsejaría, sería el número de hielos que es excesivo y pueden aguar la bebida. En definitiva, todo está muy rico y está en una zona donde puedes aparcar fácilmente.