La Tizná

Si buscas un sitio fuera de lo típico para comer en Sevilla, te recomiendo mucho La Tizná: materia prima muy buena y de cercanía, platos sencillos pero con un toque muy original y rico. Pedí las setas al ajillo (espectaculares), el lomito de atún semicurado (ligero y con mucho sabor) y la mousse de limón (adictiva). El personal es muy atento y amable. Repetiría sin duda.

PURA MAGIA. He esperado a ir con mi familia ( mujer e hijos), aunque ya había ido en dos ocasiones anteriores, ante lo cual procedo con la reseña… repito … PURA MAGIA… es un sitio donde a las personas se les trata como personas ( soy maestro y eso es difícil de encontrar). Cada plato tiene un sentido, cada momento está calculado, José Antonio pasa una y mil veces de forma cauta y prudente para ver que todo está bien… cada plato que trae es un regalo .. lo explica, lo mima, lo condimenta con un condimento que se encuentra en pocas cocinas… y no es otro que vocación y cariño. He probado casi toda la carta y cada plato me hace recordar la cara del crítico culinario de Ratatuille cuando prueba el plato el pisto… los platos son: La ensaladilla … un lujo cotidiano, el smash de buey … el pollo Andalusí… la ensalada Antiox… la frambuesa se derrite en la boca y su sabor se desarrolla por todo el paladar … y las lentejas … DIOS MÍO las lentejas!!!!… un plato cotidiano convertido en PURA MAGIA. Volveré claro que volveré , y tan solo decir que tener un sitio como La Tizná en Sevilla es un lujo… si no existiese … habría que inventarlo. Gracias por haber proporcionado a mi familia y a mí un regalo en forma de recuerdo que nos hará sonreír cada vez que pasemos por su puerta. Eso sí…comentar que el servicio … es tan personal, humano y profesional que faltan estrellas en Google para calificarlo, serían mínimo 7 estrellas sobre 5.

Sitio pequeño pero con su encanto por la buena atención de los camareros y de los productos andaluces.... la mayoría es producto local o de la comunidad. Pedimos aguacate con rábano (bueno), huevos rotos (espectaculares, jugoso, calentito), con una barra de pan recién horneada que se comía sola; luego mogote ( carne tierna con salsita y patatas). Para finalizar media tabla de quesos payoyo, de cabra, de trufa, con mermelada y uvas que fue una delicia. Son someliers y nos aconsejaron varios vinos de Constantino y gaditanos que sirven por copas, aunque a un precio carete. La relación calidad precio es buena alta.... salimos con buen sabor de boca

Hemos visitado este sitio para un desayuno, todo lo que sirven es de mercado ecológico con una calidad-precio razonable. Hemos probado la tostada de pavo y mantequilla trufada, la tostada de aguacate con tomate asado creme fresh y pesto y unos huevos a baja temperatura con salmón y aguacate. Todas estas delicias acompañadas de café, capuchino y zumo de naranja natural. Después no nos hemos podido resistir a probar la tarta de chocolate al 70%. El único plato al que he podido hacer foto jajaja. Todo estaba buenísimo y volveremos sin dudarlo más veces.

Me encanta este sitio. He desayunado y almorzado allí y tanto la comida como la atención que procuran al cliente es maravillosa. Utilizan productos de mucha calidad en la elaboración y lo hacen con cuidado y (se nota) con cariño. Admiten mascotas y el local tiene mucho encanto. El personal es muy atento y con mucha simpatía. Lo recomiendo mucho.

Excelente. Ya lo conocíamos de la anterior ubicación en el Cristina y lamentamos su cierre. Ahora en San Bernardo vemos que mantienen el cariño por el producto de cercania. Platos elaborados, pero sin estridencias. Bonitas presentaciones y muy ricos sabores. Adecuadas cantidades. El pan con aceite y tomate, para repetir (como hicimos) ya que también hay que mojar en las salsas. Buenas ostras de Puerto Real, muy ricos los mejillones también, con una salsa riquísima. Buenos los Huevos Benedictine. La Pimentada muy tierna y cremosa, antes se confitan los pimientos y el resultado es espectacular. El Guiso fue de tagarninas cultivadas y garbanzos, muy tiernos. Para rematar el Pollo y el Mogote. Ambos muy buenos, tiernos y jugosos. Los postres no se quedaron atrás. Amplia carta de vinos, principalmente de Cadiz y Sevilla aunque tambien otras denominaciones. Nos recomendaron uno muy bueno. Tienen terraza. El servicio excelente, explicando los platos, trayendolos poco a poco. En fin, muy, pero que muy recomendable.