Restaurante Mesón Don Raimundo

El domingo pasado tuvimos la suerte de pasar una tarde increíble con una de las mejores vistas de Sevilla en la terraza del Hotel D. Raimundo. La belleza de su entorno está a la altura del servicio. Mención especial para Manolo Martín, el barman, que nos aconsejó en todo momento y nos permitió conocer una nueva marca de Ginebra, Bruni, una delicia de la que es el autor y cuyo gusto a cítricos hará la delicia de todo aquel que sepa apreciar un buen gintonic. El personal, diez. El servicio, diez, las vistas, diez. Desde hoy, uno de mis lugares favoritos en la ciudad. 100% recomendable. PD. Gracias especiales a Mariano por su simpatía y atenciones.

Cuando Bartolomé Esteban Murillo se paseaba por las calles de Sevilla y la peste arrasaba en sus calles, el edificio que aloja al Mesón Don Raimundo ya estaba aquí. Este edificio histórico alberga un muy buen restaurante cuya principal misión es conseguir ofrecer una cocina de calidad, con muy buena materia prima, a través de recetarios tradicionales y clásicos sevillanos. Que no te eche para atrás el callejón por el que se accede ni el hecho de que esté dentro de un hotel. Normalmente, las cosas que merecen la pena no están a plena luz del día. El que busca, encuentra.

Genial, nos tomamos el menú del día. 18 €. Estupendo todo. Rodeados de obras de arte. Platos premiados por lo visto y bien merecidos. Solomillo relleno y también relleno un pimiento espectacular. Postre tarta de chocolate de la casa, ya que tienen una confiteria también. Lo acompañamos todo con Mosto especial de Umbrete, uno especial a partir de uva garrido fino

Hay experiencias extraordinarias que no pueden ser descritas tal y como se han vivido por que son únicas en la vida, esta ha sido nuestra experiencia de la mano de un gran profesional como es Carlos. Una cena exquisita en la terraza del ático que nos dejo sin palabras, junto a las mejores vistas de Sevilla. Gracias