Abades Triana

Muy buen restaurante, con vistas al río Guadalquivir y la Torre del Oro. El servicio me ha parecido estupendo, a su tiempo, empleados educados y serviciales, no podía ser menos. La comida muy buena, las gambas, el cochinillo, los pescados. Y los postres también buenísimos. No se puede olvidar el pan. También tienen menús de degustación de variados precios. El aparcamiento en el subterráneo de Plaza de Cuba. Recomendable.

Restaurante elegante y sofisticado a la orilla del Guadalquivir, con unas vistas espectaculares de la capital andaluza. Justo en frente de la Torre del oro. Platos de autor, muy elaborados y con muchísimo sabor. Precios algo elevados, pero el sitio, las vistas, el servicio y la calidad de los platos lo merecen. Para darte un capricho en Sevilla y salir muy satisfecho.

Me ha encantado este restaurante. Recomiendo la experiencia en mesa Premium para disfrutar más de las vistas. La comida estaba toda muy buena, se nota que tiene calidad. Como única pega diría que no estaría mal que ampliasen un poco la carta con platos nuevos y quizás también la carta de bebidas. Ideal para una cita romántica.

Emplazamiento y ambiente inmejorable, el servicio mejorable y la comida ha perdido calidad respecto a la última vez que hemos estado. En un descuido uno de los camareros me ha manchado el bolso al retirar platos y ni siquiera se han disculpado. El tataki de atún, frío muy frío, puede que esté equivocada pero normalmente viene caliente por fuera y crujiente, la última vez venía así. También añadir que nos han cobrado 29€ por un solomillo del tamaño de una moneda de 2€ y, las patatas fritas nos las han cobrado aparte por 6€, de vergüenza. Por último destacar que la calidad esta vez, no justifica el precio elevado.

Fuimos a comer el viernes del puente de diciembre, bastante tarde . Nos sentamos en la terraza y, a pesar de que no servían comida en la terraza y dentro estaba lleno, Sergio, uno de los camareros, habló con el maitre, y acabaron sacándonos ensaladilla, quesos, ternera con patatas para los niños. Fueron encantadores y no nos quisieron dejar sin comer con los peques. Hacía sol y se estaba de lujo. Gracias Sergio. Eres encantador. Más gente como tú trabando al público hace falta. Un abrazo.

Restaurante con grandes vistas de Sevilla, donde por suerte no defraudó la comida ni el servicio. Estuvimos en una zona separada (ellos lo llaman "Reservé"), donde a cambio de pagar un incremento por cada comensal estuvimos en un ambiente más íntimo, con vistas al río, separados tanto del salón principal como de su zona acristalada (lo llaman "El Cubo"). Este incremento incluye una bebida a la llegada y también café o té al final de la comida. He de decir que cuando llegamos y vimos el restaurante, todos pensamos que iba a ser el típico restaurante bien ubicado con vistas en el que aprovechan para pegarte un poco el palo, sin ofrecerte comida de calidad, pero no fue así. Todo lo que pedimos estuvo muy rico, es verdad que lo estás pagando, pero estuvimos en otros muchos restaurantes en Sevilla, donde habiendo pagado un poco menos que en este restaurante, salimos pensando que nunca volveríamos ni los recomendaríamos. Tienen a un cortador de jamón que va consultando por las mesas si desean jamón, en nuestro caso trajo un par de platos que estaban riquísimos. Recomiendo totalmente este restaurante, sabiendo que el precio va a ser elevado, pero tanto las vistas como la comida merecen la pena.

Restaurante muy bonito y servicio muy atento y simpático. Pedimos el foie micuit, el tartar de atún y la ensaladilla de gamba. Estuvo todo muy bueno. Para los niños pedimos el menú infantil. El precio del menú infantil me pareció muy elevado. Menos mal que nos aconsejaron bien y nos dijeron que el menú infantil era grande, y que con un menú sería suficiente para los dos niños. Cuando llamamos para reservar nos dijeron que solo quedaban mesas premium disponibles. Tenían un suplemento de 15€ por adulto. La mesa estaba en primera línea y teníamos unas visitas preciosas al Guadalquivir y a la torre del oro. El suplemento aparte de las vistas incluía un cóctel de bienvenida y café con pastas. Estuvo todo muy bueno. La experiencia fue grata.