El Viejo Tito

Siempre es un acierto ir al Viejo Tito. Ambiente muy acogedor, con pequeñas estancias que permiten tener cierta intimidad y evitan mucho el ruido. El personal es muy profesional: atento, agradable y respetuosos con el tiempo entre platos. Y la comida buenísima, productos de gran calidad, una carta variada y una presentación muy buena. La relación calidad-precio me parece bastante acertada y, además, tiene varias opciones de tapas, por lo que si tu plan es más informal y no te apetece sentarte "a mesa y mantel", también es buena opción ir a este bar.

Fuimos a este sitio recomendados por unos amigos que celebraron una fiesta. La carta no es extensa pero tiene platos para todos los gustos. El recinto por dentro es un poco laberíntico; tiene muchas salas. Las raciones son un poco escasas pero las tapas están muy bien medidas. La calidad de la cocina es muy buena y la rapidez del servicio es excelente. Recomiendo el rulo de pollo con salsa de almendras y el wok thai, entre otros platos.

Esos lugares donde puedes disfrutar de esos platos Sevillanos puros y con identidad, pero con un Arte que no se puede aguantar. Una pasada de espacio gastronómico fuera de ese alcance turístico abrumador, esos espacios de toda la vida, de clientes de siempre. A mi me han tratado genial. si vienes a Sevilla búscalo y tomate este plato famosos de ellos que es único "huevo frito de 3 yemas en 3 pisos, uno de Foie trufado y otro con Jamón de bellota con base de patatas caseritas". Recomendable al 100% este lugar.