Mercado Lonja Del Barranco

Es un sitio muy agradable con una ubicación excelente junto al puente de Triana. El lugar es muy bonito y con variedad de oferta gastronómica. Ideal para pasar un rato agradable tomando algo. Además, con música agradable y a un volumen decente para poder conversar. La terraza que da al río es un acierto en días de primavera.

Se trata de un mercado con todo un conjunto de posibilidades. Desde comidas, tapas, copas y servicio de cafetería. En mi caso, suelo frecuentar la sección de cafetería, el cual, ofrece diferentes posibilidades en dulces y salados. Especial mención al mouse de mago, está realmente bueno. La sección de cafetería en la que suelo ir muy frecuentemente cuenta con un conjunto de mesas de madera donde poder sentarse. Respecto al servicio, quiero subrayar la labor de una de sus camareras, Jaqueline, muy cercana, dulce, atenta y profesional. Localización acristalada con conexiones muy buenas a parada de autobús y paseos al rio. Recomendación al 5/5

Bien. Ambiente agradable, y no estaba muy lleno de esta vez. Pero aún así, nos ha costado recibir la comida. Es decir, pagas por adelantado, el camarero te dice que te sientes por el centro del mercado que te acercará la comida una vez calentada. Pero resulta que está sólo, y es mejor que te levantes tu a recoger tu comida. Tengo amigos sevillanos que este esquema no les gusta y evitan quedar en el Barranco. Y lo puedo entender.

Ideal ubicación, junto al Puente de Triana. Espacio muy coqueto, con diferentes establecimientos de restauración y un amplio espacio central de mesas corridas altas donde comer lo que has pedido. La freiduría nada recomendable. Frío y seco. Los precios son altos y la comida es normal pero es ideal para ir con niños y a cualquier hora. La terraza con vistas al río espectacular.

Mercado con una gran variedad de tapas y stands. En nuestro caso tuvimos una comida de empresa en uno de los salones de los que disponen y tanto la comida como el trato y la atención fueron de 10. La ensalada tenía un aderezo delicioso. Las croquetas estaban de muerte, los champiñones rellenos muy ricos. La ensaladilla para comerte un kilo. El principal y el postre muy ricos también. Además, al finalizar pudimos tomarnos una copa en su terraza con vistas al rio que cierra una noche maravillosa.