Tomamos el desayuno y estaban abiertos temprano. Tienen variedad de bollería, y bizcochos caseros con muy buena pinta, aunque ante la ignorancia del personal sobre alérgenos no pudimos probarlos. Tienen leche sin lactosa. La atención fue correcta, sin florituras.
En este establecimiento cenamos la primera noche en nuestra peregrinación a Santiago de Compostela. Nos atrajo sus precios bajos y acabamos decepcionados con nuestra elección. El trato fue pésimo, tardaron en atendernos demasiado tiempo y el respeto fue inexistente. La comida fue mala tanto en sabor
No me puedo creer que alguien le dé más de una estrella. Trato muy regular, ni te miran. Desayuno el de 4,40 euros que se supone que era el mejor, malo. Zumo natural aguado, no te lo hacen al momento, tiene una jarra y le añaden agua (estoy harta de tomar zumos en desayuno y este tenía agua y bastan
El trato pésimo. El hombre que nos atendió incluso nos contestó mal, al punto que tuvimos que decirle que éramos los clientes y pagabamos por el servicio... Todo por pedir que pusiera un cola cao en lugar de café, que era lo que venía en la oferta.
Si no le gusta su trabajo, que se quede en casa pe
Pocas ganas de atender al público, te miran "raro" por ser celíaco
Un sitio perfecto para comer
Grandes amigos buena gente
En verdad que es un gran lugar
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