Está en un primer piso, fuimos a cenar pronto que no hubiera mucha gente, después se llena
Pedimos el menú que tienen con dos platos, pan, una bebida y postre
Ensaladilla, lacón (que bueno!) merluza, pulpo, tarta de Santiago y tarta de chocolate. Dos cervezas y una copa de ribeiro delicioso. Todo estuvo buenísimo y la atención muy amable.
Recomendable
Un lugar super tranquilo y bonito, con una historia muy especial sobre sus moneditas. La comida de 10. Pedimos menú del día: croquetas y ensaladilla, buenísimos los dos platos, de segundo el codillo que era como mantequilla y unos filetitos de ternera que estaban delicioso y de postre la tarta de queso y de chocolate que estaban pa repetir.
Qué guay la comida, me gusta mucho. Hemos comido muchas veces. Te recomiendo !
Buena relación calidad-precio raciones grandecitas.
Pedimos enlazada capresse , calamar a la plancha y vieras con jamón todo muy bueno os lo recomiendo.
Buena atención, el único pero que los postres no son caseros.
Un restaurante pequeño pero muy entrañable. El servicio es de 10. Preocupados siempre del bienestar de todos. La comida muy rica. El menú del día abundante. Destacaría el servicio y la calidad de toda la comida. Muy recomendable. Gracias por vuestro buen servicio
¡Espectacular! Fuimos sin reservar y conseguimos mesa sin problema (llegamos pronto).
Pedimos menú del día (un domingo) y quedamos encantados.
De primero calamares (muy ricos) y de segundo pulpo (de lo mejor que he probado). De postre una tarta de Santiago.
Muy muy recomendado.
El sitio es entrañable conservando una estética rústica y antigua. La comida estaba buena, casera, sobre todo las zamburiñas. La única pega es que al llenar la copa de vino podían ser algo mas generosos. Lo recomiendo si paras por Santiago !!
Excelente calidad/precio. El menú 13,50 y dos euros más si quieres pulpo. Me gustó especialmente la intimidad y ambientación del comedor. El pulpo muy rico y el ribeiro también. El camarero perfecto. Muy muy recomendable.
En plena Rua do Franco, desde 1931 sirven comidas. Es un bar restaurante distribuido en 2 plantas. El trato fue bueno y la comida muy rica. El pulpo estaba buenísimo, así como la empanada y las navajas. Los postres caseros muy ricos. Precio razonable. Una buena opción si pasas por Santiago.
Hemos comido muy bien. Buen trato. A la hora de abrir ya estábamos en cola y casi entramos, dos adultos y dos niños. Nos han subido a la última planta y genial. Mucha afluencia y no me extraña. Los calamares, los mejillones, el bacalao y sobre todo el pulpo estaban para chuparse los dedos. La camarera muy simpática. Calidad precio muy bueno. Lo recomiendo.
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