Vermutería Soloórzano

Peña Herbosa es la calle ideal para "picar" o tomar algo un viernes o sábado a partir de las 8 y media o 9. Solórzano es una buena opción. Público de entre 40-45 años en su mayoría, aunque también lo frecuentan "maduritos" de 55-60 que pelean con la edad, y algunos de 20-25 también aparecen por allí. No hay demasiado postureo. Unas cañas o cañones acompañados de anchoas, o unas navajas, croquetas caseras, bonito con piquillos... La carta de vermuts es muy amplia, aunque no es lo más solicitado. Puedes tener que esperar para una mesa, pero en general no mucho para que te atiendan en la barra. Muy amables. Fuera hay tres mesas con dos o tres sillas altas. Hay personal recogiendo vasos para que puedas tenerla libre lo antes posible. Buen ambiente. Si vienes de fuera te sientes muy cómodo. Los santanderinos suelen acabar encontrándose con alguien. A partir de las once u once y media se vacía mucho; la gente se va a la Plaza de Cañadío, a unos 200m, que se llena.

1ª visita: Buen bar para la hora del vermut pero también para picar o tomar algo por la noche, está muy animado a todas horas !!! 2ª visita: hemos vuelto después de varios meses a probar unas rabas (media ración) y están bien, como siempre, el bar estaba a tope. Tienen muchísima variedad de vermuts. Trato del personal, sobre todo del que parece ser el responsable, mejorable.

Anoche cenamos un grupo de 10 personas, un servicio inmejorable y una calidad increíble, quedamos gratamente sorprendidos por lo realmente exquisito que estaba todo lo que cenamos, y una relación calidad-precio muy recomendable. Entramos a cenar a las 23:30 y nos sorprendió que pasadas las 12 de la noche aún sentaban a gente para cenar. Fue una cena magnífica. Muchas gracias a todos los trabajadores por su atención y su trato. Recomiendo 100% la experiencia.

Es un lugar que nunca defrauda, tanto si quieres picar algo de manera “informal” como si quieres comer/cenar. Producto de primera y una gran relación calidad/precio. Con un horario de cocina bastante amplio (estaban sentando a comer a gente sobre las 16:00) y un gran trato, tanto por parte del maitre (nos asesoró en todo momento) como del personal. Un verdadero placer.